Los dichos y expresiones son siempre de su padre y de su madre. Es decir, son muy nacionales y dentro de estos los hay regionales e incluso locales. El catalán no es una excepción.
Los catalanes son muy de dichos, los usan a diario para salir de un compromiso, para amenizar una charla o reforzar una acción y opinión. Sobre esta última situación hay una expresión, incomprensible para cualquier castellanohablante.
La frase en cuestión es "qui no arrisca, no pisca" y, aunque pueda sonar a chino, no lo es. Se usa frecuentemente en la vida cotidiana y encapsula una filosofía de vida profundamente arraigada en la mentalidad catalana.
El dicho se puede traducir literalmente como "quien no arriesga, no pesca". Su sonoridad no es la misma, pero se puede empezar a vislumbrar lo que se quiere decir. Porque es obvio que su significado va más allá de una simple referencia a la pesca.
En esencia, la expresión significa que para obtener cosas buenas o importantes, a menudo es necesario apartar los miedos y lanzarse al vacío, atreverse a ir a por lo que uno quiere, aunque suponga un gran esfuerza o un riesgo. Muchos también le dan el significado de que también uno debe invertir en medios costosos para lograr lo que se quiere. Al menos, si es necesario.
La traducción al español más cercana sería "quien no arriesga, no gana", que enfatiza la importancia de la valentía y la iniciativa. Invita a las personas a salir de su zona de confort y a tomar riesgos calculados para alcanzar metas y éxitos en la vida. Es una forma de recordar que los logros y las recompensas no llegan sin esfuerzo y riesgo.
Origen de 'piscar'
Para comprender completamente esta expresión, es útil examinar la etimología de la palabra "piscar". Proviene de una alteración del verbo "pescar", del latín "piscare", que significa lo mismo: pescar. Sin embargo, en el contexto de este dicho, "piscar" adquiere un matiz diferente. Significa "pellizcar; tomar en pequeñas cantidades, de un alimento".
Esta pequeña diferencia en la definición sugiere que el esfuerzo y el riesgo a veces pueden resultar en recompensas modestas, pero valiosas. "Piscar" implica obtener algo, aunque sea en pequeñas cantidades, lo cual se alinea con la idea de que cualquier esfuerzo, por pequeño que sea, puede conducir a algún tipo de ganancia.
Uso cotidiano
En la vida diaria de los catalanes, "qui no arrisca, no pisca" se aplica en diversas situaciones, desde decisiones empresariales hasta elecciones personales. Es una frase que se menciona en conversaciones sobre inversiones, nuevas oportunidades de trabajo, aventuras personales y hasta en decisiones amorosas. Es un recordatorio constante de que el éxito no llega sin un poco de audacia.
En definitiva, "qui no arrisca, no pisca" es un dicho que, aunque sencillo en su forma, lleva un mensaje poderoso y universal. Para quienes viven fuera de Cataluña, puede parecer un enigma, pero para los catalanes, es una verdad cotidiana que guía muchas de sus acciones y decisiones.