Baleares ha emprendido la vía judicial contra un gurú catalán de las emergencias por la muerte de un turista. El Gobierno del archipiélago se prepara para llevar a Fiscalía el fallecimiento de un visitante en un hotel de Mallorca el pasado 3 de mayo. Lo socorrió -en vano- una ambulancia de Guillem Job, presidente de la federación Ayuda Emergencias Internacionales (Fadei).
Los primeros auxilios no terminaron bien. El turista sufrió un paro cardíaco en el hotel Puerto Azul de Pollença. Los sanitarios trataron de reanimarle al llegar al establecimiento, pero no pudieron hacer nada ante el accidente cardiovascular.
Semanas después del trágico suceso, la Dirección General de Acreditación de la Consejería de Salud de Baleares recaba documentación para, si es pertinente, llevar el caso a la Fiscalía autonómica. Cree que pudo haber una atención sanitaria potencialmente delictiva, tal y como explican fuentes conocedoras del procedimiento.
El hotel confirma la muerte
Preguntado por la cuestión, el Gobierno balear ha declinado comentar el tema. Desde el hotel de Pollença sí han confirmado la muerte por parada cardiorrespiratoria súbita de uno de sus huéspedes. Indican que los servicios sanitarios "acudieron de forma rapidísima", y que "no pudieron hacer nada para reanimar" al turista, sin entrar en más detalle.
Otras fuentes cercanas al caso arrojan más detalles de las pesquisas que se han llevado a cabo hasta la fecha. Señalan que los sanitarios que atendieron a la víctima eran contratados a la empresa Ambulancias Autónomas de Valencia, ahora integrada en Grupo Transvia. Preguntada por el asunto, la firma de la familia Catalán no ha respondido a Crónica Global.
"Se investigará si hubo atención indebida"
Otros interlocutores relatan que el episodio del hotel Playa Azul "ha provocado malestar en el 061 hasta el punto de que se ha informado de que se trasladará el expediente a la Fiscalía de Baleares".
Se apunta a que existen indicios de que se habría prestado una atención sanitaria indebida, o bien por la operativa, por no disponer de los recursos suficientes en el vehículo de emergencias o por la ejecución del procedimiento que está bajo la lupa de la Administración.
Por esta causa se trabaja en el informe motivado que profundice en el caso y se busca información tanto en la empresa afectada como en el resto de operadoras del sector.
Despedido por facturación anómala
Las conclusiones de este análisis minucioso serán claves para acabar de decidir si se activa el carril legal. Si se sustancia en un procedimiento, será la segunda gran polémica que enzarza a Guillem Job, un ejecutivo y profesional de la atención en situaciones de emergencias muy conocido tanto por su papel en la fundación como por su colaboración activa en varias catástrofes humanitarias.
El primer caso controvertido que le afectó fue el despido como responsable de Ambuibérica, filial de Health Transportation Group (HTG). Fuentes conocedoras del caso indican que el motivo del cese fue la facturación anómala que había detectado la multinacional, ya que se habrían remitido algunos servicios a la empresa de Job en lugar de a la compañía matriz del grupo.
Fuentes cercanas a la firma han precisado que se le expedientó por "falta laboral muy grave" y se le despidió por "motivos disciplinarios". HTG ha confirmado a Crónica Global que Job era "jefe de equipo" y ha puntualizado que ya no "mantiene ninguna relación contractual" desde 2017.
Polifacético
Esa es una de sus facetas profesionales. Guillem Job, formado en la Universidad de Barcelona (UB) -es especialista en búsqueda urbana y rescate (Usar-Brec)-, es también director de transporte sanitario y empresario. Opera la compañía de salvamento Maning Star 2016, domiciliada en Barcelona.
Asimismo, se le conoce por arrendar vehículos de transporte sanitario a distintas empresas de la industria. La última de ellas es la filial sanitaria de Transvia, que le habría arrendado unidades para trabajar en Mallorca, donde sucedieron los hechos que han levantado polvareda en el archipiélago.
Batalla por los traslados
Lo que subyace a la polémica muerte del 3 de mayo es el pulso por los servicios de asistencia médica urgente a turistas, que en el pasado han generado prácticas indebidas perseguidas. Las intervenciones se facturan y son lucrativas, ya que la mayoría de visitantes de Baleares cuentan con un seguro médico privado que cubre los costes de los percances que puedan tener en las islas.
Los percances se dan y, hace años, existía una red de chivatazos a cambio de comisiones entre trabajadores de los operadores de turísticos de todo tipo de perfil y las compañías de transporte sanitario. Actualmente están erradicadas y existe un control estricto para evitar que se repitan.
Ante este escenario, desde el sector se pide a las Administraciones que aporten seguridad jurídica, marcos de trabajo y contratación estables y que eviten los posibles intrusismos y asistencias con menos recursos de los necesarios. Señalan que son requisitos indispensables para llegar al fin perseguido, que la primera atención sanitaria que se brinde tenga la mayor calidad posible.