Adaia López, la joven condenada a seis años de cárcel por sentencia firme desde diciembre de 2022 por arrancar la lengua a su exnovio Aarón en 2016, ha quedado en libertad por una imprudencia, según ha podido saber en exclusiva Crónica Global. La joven se ha fugado de nuevo después de que un tribunal la dejara campar a sus anchas tras ser detenida.
La condenada, sobre la que pesaba una orden de búsqueda, captura e ingreso en prisión desde junio de 2023, fue identificada por una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía Local de Esparreguera el 29 de marzo, durante la noche del Viernes Santo, tras una trifulca con su actual pareja. Cuando los agentes introdujeron sus datos en el sistema y descubrieron que era una prófuga de la justicia, la arrestaron.
Al día siguiente, Sábado Santo, la condenada pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Martorell en funciones de guardia. Fue entonces cuando el juez de guardia ordenó dejar sin efecto la orden de búsqueda y captura, pues ya estaba localizada, y la citó a comparecer ante la Audiencia de Barcelona.
Podría haberse fugado
En contra de todo pronóstico, Adaia López acudió a esa cita el martes 2 de abril y prestó declaración en la Sección 20 de la Audiencia Provincial de Barcelona, la misma que la había condenado a seis años de cárcel en mayo de 2021.
En esta vista, de la que no se informó a la defensa de la víctima, se le instó a que, en el plazo de 15 días, ingresara de forma voluntaria en el penitenciario de Cataluña que ella misma eligiese, pese a que en el pasado no cumplió con estos plazos y se dio a la fuga. Un acto de fe del tribunal que fracasó.
El 29 de abril, un mes después de su detención y con la condenada, de nuevo, en paradero desconocido, se emitió otra orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión. Sin embargo, la requisitoria a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado no se hizo efectiva hasta el 13 de mayo. Ahora, el abogado Pepe Rey, que representa al perjudicado, teme que la joven haya aprovechado este lapso para huir del país, pues sospecha que el tiempo que la orden quedó sin efecto Adaia López desapareció de las bases de datos policiales.
Él sufre secuelas irreversibles
Los hechos por los que fue condenada se remontan al 26 de junio de 2016, cuando Adaia y Aarón, el que en aquel momento era su pareja, mantuvieron una fuerte discusión en el domicilio que ambos compartían en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Sus versiones sobre lo que ocurrió aquella noche son completamente opuestas, como quedó de manifiesto en la sala de vistas que albergó el juicio por un caso de denuncias cruzadas. Aunque la sentencia recoge que “el episodio no está lo suficientemente claro”, la balanza de la justicia se inclinó hacia el lado de Aarón, que salió absuelto de un delito de lesiones y condenó a Adaia.
Según el testimonio de Aarón, la ahora condenada montó en cólera después de que él hiciera un comentario sobre la cena, un enfado que provocó que la joven abandonara el domicilio que compartían en un claro estado de ansiedad. Por eso, él la siguió para calmarla.
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De regreso en el piso, la víctima trató de tranquilizarla para evitar que siguiera tirando cosas al suelo, como recoge la sentencia a la que ha tenido acceso este medio. Cuando aparentemente se había calmado, la abrazó y le dio un beso en la boca. Fue en ese momento cuando ella le mordió la lengua, seccionándosela a la altura del frenillo, y la escupió al suelo.
A raíz de estos hechos él presenta secuelas irreversibles: además de un perjuicio estético, tiene problemas para percibir algunos sabores, para deglutir y para pronunciar algunos fonemas, con el especial hándicap que esto supone, dado que es licenciado en Filología inglesa. A causa de las graves lesiones, Aarón estuvo tres meses sin poder hablar y tuvo que volver a aprender a hacerlo con ayuda de un logopeda, que le enseñó nuevos puntos de apoyo tras perder un tercio de la lengua.
En busca y captura desde hace un año
Por estos hechos, la Sección 20 de la Audiencia Provincial de Barcelona la condenó en 2021 a seis años de prisión y a abonar 67.210,39 euros a su ex por los perjuicios causados.
Sin embargo, su abogado presentó un recurso a la Sala de apelaciones de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que fue desestimado, y contra esta sentencia presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que fue inadmitido a trámite el 1 de diciembre de 2022. Desde entonces, y tras agotar todas las posibilidades de recurso, la sentencia es firme.
Después de que el último recurso cayera en la criba del Supremo, el caso regresó al TSJC, que a su vez lo remitió a la Sección 20, la sala sentenciadora, para que ejecutara la condena. En vista de la inexplicable demora, el 29 de marzo de 2023, la defensa de la víctima solicitó que se ejecutara la condena y el tribunal dio 15 días a Adaia López para su ingreso voluntario en prisión. Tras incumplir todos los plazos, se emitió una orden de búsqueda y captura.
El desprecio de Adaia a la justicia
Desde que el alto tribunal confirmara su sentencia condenatoria, Adaia López no ha parado de desafiar a la justicia. Ni siquiera echó el freno tras la requisitoria de ingreso en prisión, pues el verano pasado compartió a través de sus redes sociales numerosas instantáneas en playas, restaurantes y chiringuitos de Lloret de Mar (Girona), posts en los que aseguraba estar “organizando sus vacaciones”. Es más, la joven publicó dos imágenes posando frente al Arco de Triunfo de Barcelona, a pocos metros de la misma audiencia que la condenó y que la puso en busca y captura.
Antes, en marzo de 2023, cuando ya estaba condenada por sentencia firme, fardó a través de sus redes de un fastuoso viaje de varias semanas por Tailandia, un hecho que hizo saltar todas las alarmas, pues todo hacía sospechar que se había fugado al país asiático. Mientras compartía fotos en templos budistas y playas paradisíacas, su expareja decía no entender por qué la justicia había esperado tanto para ejecutar la sentencia y había permitido que se hubiese marchado a la otra punta del planeta. Ahora que los jueces la han tenido frente a frente, la ha dejado escapar.