La juez Miriam de Rosa, del juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, conocida por instruir el caso Palau, citará a más testigos para aclarar el presunto saqueo de tumbas en los cementerios públicos de la Ciudad Condal. Los sepultureros sospechosos de, presuntamente, robar en decenas de tumbas de camposantos públicos han contestado hoy a la magistrada en su declaración como investigados.
Lo han detallado fuentes judiciales tras la cuádruple comparecencia en el juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona hoy, donde se preguntaba sobre el presunto pillaje de al menos 162 nichos del Cementerio de Montjuïc para robar joyas, amuletos y dientes de oro.
Habrá más testigos
Por parte de la acusación particular, el abogado Carles Mundó, exconseller de Justicia, ha representado Cementiris de Barcelona. A la salida de las declaraciones, el letrado ha rechazado hacer declaraciones a los medios.
Otras fuentes conocedoras sí las han hecho, alertando de que los cuatro comparecientes "han contestado a todas las partes" y que "habrá más declaraciones de testigos" en fechas próximas.
Uno ya declaró
Como avanzó este medio, uno de los cinco sospechosos ya declaró anteriormente como investigado. Fue, se cree, el trabajador que intentó colocar una cantidad indeterminada de oro en una tienda de compraventa cercana a Barcelona.
Las piezas procederían de nichos allanados por la presunta trama criminal, compuesta por empleados de Cementiris.
Conocimiento previo
Esta es la investigación sobre el presunto delito múltiple. Pero es que administrativamente, la gestora de los camposantos conocía los robos desde hacia años, detalló Crónica Global.
Cementiris, y en concreto, su gerencia, con Miquel Trepat al frente y Esteve Grima como director jurídico, fueron conocedoras del pillaje tres años atrás. No se actuó, salvo por hacer firmar declaraciones juradas de protección de los nichos.
En el pasado sí hubo despidos
Estos volantes fueron "una decisión timorata y tardía", insisten fuentes policiales. Es así porque el fenómeno del robo de joyas y dientes de oro a los difuntos ya se había producido en el pasado. Y, en aquella ocasión, acabó con el despido de las personas presuntamente implicadas.
En este episodio más reciente, el anterior director de Operaciones, Eduard Fernández, habría avisado de los hechos. No se le hizo caso. Fernández dejó su puesto a Joan Manuel Aparicio, que también los habría conocido.
Aparicio salió de la empresa el año pasado. Según voces no oficiales de los Mossos, por conocer los hechos y no actuar. Según Cementiris, por "prejubilarse".