A mediados de septiembre de 2023, una joven del barrio de Sant Andreu de Barcelona se dirigió a la comisaría del distrito para denunciar por presunta estafa a los responsables del usuario de Instagram 'El Racó de l'Hipòlit'. Tras varios meses deliberando si valía la pena presentar una querella –ya que la cantidad estafada no era excesiva-, la joven, finalmente, se dirigió a los Mossos d’Esquadra con la firme creencia de que ella no era la única víctima.
La denuncia quedó recogida y la Unidad de Investigación del distrito de Sant Andreu empezó a tirar del hilo. En primer lugar, los agentes se informaron sobre el usuario en cuestión y constataron que el perfil –que aglutinaba miles de seguidores— había pasado de publicar memes a ofrecer cursos para aprender a invertir en criptomonedas, asegurando a sus followers que obtendrían resultados muy jugosos si seguían sus consejos.
El paso a paso de la estafa
El contenido que los investigadores observaron en los perfiles sociales de 'El Racó de l'Hipòlit' se ajustaba al dedillo con el discurso de la víctima. Los responsables de este usuario captaban a los seguidores bajo el pretexto de conseguir dinero fácil y les exigían un primer pago para acceder a un grupo exclusivo de Telegram desde donde se facilitaban estos supuestos consejos de inversión.
Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que las promesas de los administradores quedaban en el aire mientras seguían exigiendo dinero a las víctimas bajo el pretexto de los cursos fraudulentos que ofrecían.
['El Racó de l'Hipòlit', de publicar 'memes' a prometer falsos miles de euros por Instagram]
Con esta primera información contrastada, los investigadores del distrito de Sant Andreu, bajo el liderazgo de la sargento Leila J., rastrearon en las bases de datos internas de Mossos si había otras denuncias que coincidieran con los hechos denunciados. Así fue como los agentes localizaron otras cuatro denuncias más, interpuestas en distintas comisarías de toda Cataluña.
Ante este escenario, la Unidad de Investigación aglutinó los cinco escritos en una única causa, al entender que, tras dichas estafas, se encontraban los mismos responsables. No obstante, aunque finalmente la autoridad judicial decidió dividir el caso y repartir las denuncias a las distintas partidas judiciales donde residían las víctimas, la Unidad de Investigación del distrito de Sant Andreu sigue liderando las diligencias policiales que ya han permitido identificar a los supuestos autores y atribuirles cuatro de los cinco casos denunciados.
Una investigación compleja
Sin embargo, la sargento Leila J. ha reconocido a preguntas de Crónica Global que la investigación "no ha sido nada fácil", en especial por lo relativo a los aspectos técnicos, pues, como pasa con todo lo que tiene que ver con la ciberdelincuencia, los autores se amparan del anonimato que otorga la red.
Según el relato de la sargento, tras recibir la denuncia y realizar las primeras comprobaciones, los investigadores tuvieron que redactar sendos informes para remitirlos a distintas plataformas sociales y entidades financieras y, así, poder obtener: por un lado, la información privada del usuario de Instagram que se hacía llamar 'El Racó de l'Hipòlit'; y, por otro, los datos bancarios de los beneficiarios de las cuentas corrientes a las que las víctimas mandaban el dinero estafado.
[¿Te ha llegado una citación judicial firmada por el jefe de los Mossos? Cuidado, es una estafa]
Fue entonces que los agentes descubrieron que el señalado perfil social había cambiado de manos justo antes de que se registraran las primeras denuncias. Los jóvenes que se dedicaban a publicar memes –contenido con el que la cuenta se popularizó y logró sumar miles de seguidores— vendieron el usuario a dos desconocidos. Éstos cambiaron radicalmente la dinámica de 'El Racó de l'Hipòlit' y empezaron a ofertar los supuestos cursos de inversión.
Los Mossos animan a denunciar
Toda la información que los investigadores obtuvieron de los antiguos administradores, así como de las entidades bancarias y las plataformas sociales, fueron claves para poder identificar, el pasado mes de abril, a los actuales presuntos responsables. Y, por lo tanto, a los supuestos autores de las estafas.
Con todos los indicios incriminatorios recabados, los investigadores de la Unidad de Investigación del distrito de Sant Andreu presentaron sendos atestados ante las distintas autoridades judiciales. Ahora, está en manos de los jueces instructores citar a los supuestos estafadores (ya identificados), mientras que los agentes están atando los últimos cabos sueltos para poder cerrar el quinto caso denunciado.
No obstante, los Mossos que están al frente de este caso sospechan que son muchas más las víctimas que han salido perjudicadas de las falsas promesas que difundían los administradores de 'El Racó de l'Hipòlit' y, por eso, piden a todos los que se hayan visto afectados que denuncien los hechos.
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