Girona da el primer paso hacia la implantación de una tasa variable por la gestión y recogida de residuos. El ayuntamiento del alcalde Lluc Salellas ha encargado un estudio que servirá para sentar las bases del pay-as-you-throw ("paga por lo que tiras" en inglés), que prevé poner en marcha "a partir de 2026".

El informe que resulte también supondrá una "actualización" (y previsible encarecimiento) de este impuesto en 2025, después de que el gobierno municipal ya lo haya aumentado un 25,87% para domicilios y un 28,69% para los negocios el año en curso.

Tasa más cara en 2025

El contrato sacado a licitación en la Plataforma de Servicios de Contratación Pública por 17.096,70 euros con IVA servirá para "determinar las tasas exigibles" a los gironins por el "coste real" del servicio. Esto muy probablemente supondrá un nuevo incremento en el precio del tributo, debido a la inflación y al aumento de casi un tercio de este gasto para las arcas municipales. De esta forma, el precio se actualizará de nuevo el próximo año.

Dos operarios de Girona+Neta Ayuntamiento de Girona

Fuentes municipales insisten en el "handicap" que se presenta en 2025, puesto que la normativa europea y la ley 7/2022 obliga a que la tasa sea "específica, diferenciada y no deficitaria", es decir, que no suponga pérdidas para las arcas públicas. La nueva tasa deberá cubrir el 100% de los costes y el consistorio ha recurrido a una empresa que le "ayude" a encontrar una fórmula "que hará variar el importe cada año dependeindo de los costes e ingresos de la generación de resiudos". Una de esas variables, por ejemplo, será el IPC.

Ya se ha encarecido este año

De hecho, el actual encarecimiento del impuesto "podría haber sido mucho mayor, de hasta el 34%", advirtió la regidora de Hacienda, Sílvia Aliu, cuando se anunció el pasado mes de octubre. Finalmente, los responsables municipales optaron por una subida menor como la actual para "no tensionar la economía familiar".

Como resultado, los pisos pagan este año 214,98 euros y las casas, 302,94, lo que supone un aumento de unos 40 y 60 euros respectivamente. Para facilitar el pago, el consistorio ha habilitado el cobro fraccionado en tres plazos, como el IBI, por lo que se efectúa cada cuatrimestre. Y el año que viene, muy probablemente, volverá a subir y el precio lo marcará el informe encargado.

Un tramo fijo y otro variable en 2026

En paralelo, el consistorio planea que cada vecino pague más cuantos más residuos genere, y el mismo estudio también deberá determinar cómo se calculará el futuro tributo variable, que deberá adaptarse a tipos de cuotas, bonificaciones y exenciones. Este constará de una parte fija que sirva para sufragar los costes propios del servicio y otra que reflejará el volumen de basura recogida en cada domicilio y negocio, y que marcará el precio final.

Estos impactos sobre el bolsillo de los gironins buscan no sólo afrontar el encarecimiento del servicio para las cuentas públicas, según el consistorio. También cumplir con la normativa europea, que empuja a que los ciudadanos paguen el coste del servicio en aras de la concienciación ambiental, así como con la Ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados para una economía circular del Gobierno.

Entra en marcha el puerta a puerta

Pero para saber cuánta basura tira cada vecino, la ciudad debe implantar sistemas de identificación, tales como el puerta a puerta, que precisamente entra ahora en fase de expansión.

Ayuntamiento de Girona

Los operarios de limpieza empiezan este mayo a recoger los residuos en la puerta de los vecinos de Montjuïc, Sant Daniel, la Pujada de la Torrassa, Campdorà-Gavarres, Fontajau, Germans Sàbat, Mas Catofa y Domeny-Taialà. Entre mayo y junio, será el turno de Torre Gironella, Pedreres, Montilivi-la Creueta y Sant Narcís, y en julio se añadirán Palau-sacosta, Avellaneda y Mas Xirgu.

En el resto de zonas, se colocarán los primeros contenedores agrupados cerrados en diciembre hasta culminar el despliegue de este sistema mixto de gestión de residuos en abril de 2025.

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