Durante aproximadamente cuatro años, entre 2011 y 2015, quien ostenta el cargo de jefe de la Policía Local de Vallirana (Barcelona), el subinspector A.P.V., estuvo hostigando de forma asidua al sargento del cuerpo, J.M.P, con el único objetivo de "aislar y menospreciar a su subordinado".

Y es que, aunque entre ambos nunca existió una buena sintonía, el regreso del sargento, tras una baja laboral, agravó la situación hasta el punto de que un juzgado de Sant Feliu de Llobregat estimó la querella interpuesta por J.M.P. por unos hechos que el fiscal ha tipificado como acoso laboral.

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Así, tras años de constantes idas y venidas en los juzgados de instrucción, finalmente este lunes 13 de mayo el que sigue siendo el máximo responsable de la Policía de Vallirana se sentará ante el tribunal de la sección 3 de la Audiencia de Barcelona. En este procedimiento, el subinspector deberá responder por los presuntos delitos que se le imputan y por los que el ministerio público pide una pena de dos años de prisión y una indemnización de 12.000 euros.

En paralelo, el ministerio público también señala al Ayuntamiento de Vallirana, dirigido por la socialista Eva María Martínez, como responsable civil subsidiario, obligado a abonar el montante de la indemnización en caso de que A.P.V resulte culpable.  

Le provocó un trastorno de ansiedad y depresión grave

Según el escrito de calificación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Crónica Global, los hechos se sucedieron "de forma continuada" desde inicios de 2011 hasta el 25 de febrero de 2015, cuando el denunciante tuvo que pedir la baja laboral, tras verse agravado "el trastorno de ansiedad y depresión" que ya sufría.

Según la calificación, la única intención que motivó el comportamiento del querellado ha sido "el hostigamiento" hacia el sargento, "con ánimo de aislar y menospreciar su autoestima". Así, añade el fiscal, A.P.V. actuó de manera "claramente discriminatoria respecto a los demás integrantes de la plantilla de policías". Esta actitud "continua y persistente" fue lo que agudizó el cuadro ansiolítico que padecía el denunciante desde hacía años.

"A mí no me sirves de nada"

En el mismo escrito, el fiscal enumera varios de los episodios en los que el subinspector ninguneó al sargento cuando "cuestionaba constantemente su trabajo, modificaba su horario, lo sometía a continuos controles, alteraba sus funciones o le encomendaba tareas propias de agentes de rango inferior". Todo ello, añade, "mientras se dirigía a él con expresiones degradantes ante el resto de sus compañeros".

Entre los casos concretos que se especifican en la calificación del ministerio público se recuerda cuando el acusado, "prevaliéndose de su caso y de la posición jerárquica que ostentaba", le profirió "continuas descalificaciones y humillaciones públicas en presencia de los compañeros". Incluso llegó a pedir que lo aislasen, exclamando, entre gritos y amenazas, comentarios como: "no se dirijan al sargento para nada", "… no sigas hablando con él, no se lo merece" o "a mí no me sirves de nada".

Dos años de prisión y 12.000 euros de indemnización

La actitud vejatoria e intimidante del subinspector, que provocó que el sargento padeciese graves ataques de ansiedad, ha sido tipificada por el fiscal como un delito de acoso laboral. Por ello, el ministerio público pide dos años de prisión y una indemnización de 12.000 euros, que debería pagar el ayuntamiento, por las lesiones causadas en concepto de daños morales y agravamiento de la patología que ya sufría.

Así, durante el juicio, que arranca el próximo lunes, comparecerán hasta 11 testigos entre excompañeros y familiares del sargento, así como un médico forense que ratificará, con su informe, las graves consecuencias psicológicas que estos años de acoso causaron en el denunciante; que no ha podido volver a trabajar en Vallirana. Comisaría, donde, a propósito, el subinspector A.P.V. sigue siendo el máximo responsable.

No es la primera vez

No obstante, no es la primera vez que se vive un episodio de acoso en el seno de un cuerpo policial. Y es que en octubre de 2023 la sala de lo penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ratificó una sentencia de la Audiencia de Barcelona en la que se condenaba a un subinspector de Mossos d'Esquadra de la comisaría de Granollers (Barcelona) a seis meses de cárcel por acoso laboral. 

En este caso, el procesado llegó a vocear comentarios como "vete a la peluquería, ponte guapa y empieza a espabilarte un poquito" o "estás súper sexy, me encanta ver a una mujer llorar, así demuestras que tienes sentimientos".

Asimismo, en enero de 2024 la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a A. L. S, inspector jefe de la Policía Local de Olesa de Montserrat, a seis meses de prisión y a indemnizar con 5.000 euros por los daños morales causados a un agente al que acosó laboralmente.

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