La Generalitat levanta parte de las restricciones de acceso al agua por la sequía, tras decretar la salida de la fase de emergencia en la mayor parte del territorio. La decisión se ha tomado este martes, cinco días antes de las elecciones al Parlament de Catalunya y una semana después del episodio de lluvias más abundante de los últimos tres años.
Así lo han informado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, y el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, durante la rueda de prensa posterior al último Consell Executiu de la legislatura, el cual ha sido precedido por la reunión de la Comissió Interdepartamental de la Sequera.
El conseller ha prometido que "aunque llueva lo mínimo que ha llovido nunca en nuestro país", no será necesario volver a declar la emergencia por sequía en Cataluña hasta 2025, puesto que la mitad del agua que se consume no proviene de los embalses y se instalará la desaladora flotante en el puerto de Barcelona, "para usarla si hace falta".
"El esfuerzo colectivo de toda la ciudadanía y los sectores económicos y las precipitaciones de los últimos días nos permite anunciar que el aumento de las reservas nos permite modificar a la baja las restricciones", ha detallado Plaja, quien también ha defendido que la decisión de debe a "criterios técnicos".
Afecta a seis millones de personas
Los seis millones de personas y 202 municipios que beben del sistema del Ter-Llobregat, que ha superado el 25 por ciento de sus reservas hídricas, salen de la fase de emergencia para retroceder al estadio de excepcionalidad en el que se encontraban el verano pasado.
El conjunto de las cuencas internas de Cataluña han alcanzado este martes el 23,5 por ciento de su capacidad, tras una semana al alza en la que el volumen global de los embalses crece, de media, en un punto porcentual diario.
La cuenca de la Muga, que depende del pantano de Darnius Boadella, permanece, por el momento, en fase de emergencia II, puesto que el embalse se mantiene en un volumen del 16,34 por ciento de su capacidad.
Mascort cree que la sequía "no ha afectado generalmente"
Pese a que la sequía ha causado gran preocupación entre los catalanes y se ha situado como uno de los puntos céntricos del debate social, empresarial y político, el Mascort ha defendido que se "han superado mínimos históricos en nuestros embalses sin afectaciones generalizadas en nuestra vida cotidiana y las actividades económicas, a excepción de los payeses, que son quienes han sufrido más la sequía".
El conseller ha recordado que "la sequía no ha terminado", pese a que ha aprovechado para sacar pecho de la gestión de la Generalitat. Ha asegurado que el sistema Ter-Llobregat vuelve al estadio de excepcionalidad en el que se encontraba el año pasado, pero "mucho mejor preparado" para afrontar una posible nueva emergencia en el futuro.
230 litros por persona y día
En fase de excepcionalidad, el consumo de agua por persona y día queda fijado en 230 litros e, igualmente, se relajan algunas de las restricciones que más han preocupado a la población y los sectores económicos en los últimos meses, desde que se declarara la emergencia por sequía el pasado 1 de febrero.
El sector agrario, uno de los que más ha sufrido los estragos de la falta de agua podrá volver a abrir los grifos. Si hasta ahora se había restringido el riego hasta en un 80 por ciento, ahora queda fijado en un 40. Para la ganadería, el Pla Especial de la Sequera no fija una cantidad exacta, sino que prevé que "el uso de agua procedente de la red de abastecimiento queda limitado a las cantidades necesarias para el abrevamiento y limpieza".
En cuanto a la industria, la obligatoriedad de ahorro de energía se reduce del 25 por ciento, al 15.
Se podrán llenar piscinas
Las piscinas de uso privado e individual no se podrán llenar, pero sí las públicas y las de comunidades de propietarios, centros deportivos y de ocio, casas rurales o centros educativos que dispongan de un sistema de recirculación de agua. Además, en los colegios también se podrán montar piscinas desmontables de hasta 500 litros.
El riego de jardines y zonas verdes queda restringido a las cantidades necesarias para la supervivencia de las plantas, en horario nocturno, entre las 20 y las 8 horas, y sólo con regadera o gota a gota. El riego de césped permanece prohibido, a excepción de las superficies destinadas al deporte federado.