Los multirreincidentes y las baterías de ladrones procedentes de la Europa del Este han puesto en jaque a la huerta de Lleida. Después de cinco años consecutivos con un descenso notable de los robos con fuerza, el primer trimestre de 2024 ha sacudido la tranquilidad de los vecinos de esta zona, que han lamentado el inesperado aumento de estos hechos delictivos.

En la práctica, la relativa paz que reinaba en la huerta ya se evaporó a finales de noviembre, cuando un grupo de ladrones, procedentes de países del Este, asaltaron una masía de la partida de Bovà y maniataron a un matrimonio nonagenario para arrebatarles todas sus pertenencias de valor. Este hecho delictivo pareció abrir la veda y desató un oleaje de robos que alteró la vida de los vecinos de la zona, obligando a los cuerpos policiales a tomar medidas urgentes.

Más de 19.000 hectáreas por proteger 

Así, las 19.200 hectáreas que componen la huerta de Lleida se situaron en la diana de este perfil de delincuentes. Pero también de ladrones multirreincidentes: viejos conocidos de los cuerpos policiales de la zona que, con un largo listado de antecedentes, decidieron que las masías de la huerta eran un buen lugar donde ir a trabajar.

De hecho, los tres hombres detenidos recientemente por la Guardia Urbana de Lleida cuando se desplazaban para cometer un robo por la zona son, precisamente, de este grupo de multirreincidentes. Tres individuos "muy activos en la huerta, conocidos por vecinos y cuerpos policiales y con un dilatado historial delictivo", aseguran fuentes de los Mossos d’Esquadra a Crónica Global.

Sin embargo, la semana pasada, el juez de guardia de Lleida ordenó libertad con cargos para los tres individuos, detenidos pocos días antes. Una decisión que ha indignado tanto a los cuerpos policiales como al consistorio y a los vecinos, que se sienten "impotentes" al ver que tres de los ladrones, a quienes tenían perfectamente identificados, "vuelven a campar a sus anchas", lamenta Francesc Montardit, portavoz de la zona de la huerta en la Asociación de vecinos de Lleida.

Un dispositivo de especial singularidad

A preguntas de este medio, Montardit ha explicado que los vecinos llevan desde 2012 organizándose para combatir y prevenir los robos en la huerta. Con el paso de los años han logrado entablar una estrecha relación de colaboración con los cuerpos policiales de la zona, a quienes ayudan a identificar a los ladrones más habituales.

En esta línea, el inspector Xavier Ribelles, jefe del Área Básica Policial (ABP) de los Mossos d’Esquadra en Lleida ha detallado que "por la singularidad de la zona", la policía catalana, junto con la Guardia Urbana, llevan años ejecutando un dispositivo especial de patrullaje y prevención para combatir los robos.

"Son más de 19.000 hectáreas de terreno, con casas a cuatro vientos", matiza. "Durante años hemos logrando reducir las cifras de criminalidad, pero es cierto que este primer trimestre ha habido un repunte que hemos querido atajar de inmediato", asevera el inspector Ribelles.

Robos muy violentos 

De este modo, durante este primer trimestre de 2024 se han destinado más recursos para hacer frente a la ola de robos que han sacudido el día a día de la huerta. "Especialmente, para cubrir el turno de noche y de fin de semana", momentos en los que se constató que actuaban estos grupos criminales.

No obstante, es cierto, admite el inspector, que durante estos últimos meses se ha detectado un hecho delictivo que hasta ahora no se había dado en la zona: y son los robos con violencia hacia las personas. "En dos ocasiones, las baterías de ladrones, en ambos casos personas con acento de Europa del Este, atacaron a quienes había en el interior de las viviendas que querían asaltar", explica. Estos dos casos, a pesar de ser excepcionales, aumentaron la sensación de inseguridad de los vecinos. Especialmente, después de que ataran y agredieran a un matrimonio de ancianos. 

Por eso, los Mossos, junto con efectivos de la Guardia Urbana, decidieron destinar más recursos para frenar el auge de robos, que rozaban las cifras que se obtuvieron en 2019, y revertir la sensación de inseguridad.

Varias líneas de investigación

El inspector Ribelles asegura que hay varias investigaciones en marcha: tanto para cerrar los asaltos que se atribuyen a grupos de multirreincidentes locales, como los que se relacionan con baterías profesionalizadas procedentes de países como Albania, Georgia o Serbia.

Estos grupos, reconoce el inspector, son mucho más difíciles de localizar, debido a la capacidad que tienen para moverse por todo el territorio nacional y por Europa. "Son baterías mucho más nómadas, que no pasan más de dos o tres días en la misma ciudad". De este modo, y por ahora, las nuevas medidas de seguridad han permitido detener a los tres ladrones locales, a quienes -los cuerpos policiales- atribuyen varios de los robos con fuerza de los últimos meses.

Indignación en la 'Paeria'

Sin embargo, su salida en libertad provisional ha indignado a la Paeria de Lleida, que ha encargado a sus servicios jurídicos personarse como parte en la causa judicial abierta contra los supuestos autores de los robos.

El alcalde de la ciudad, Fèlix Larrosa, ha lamentado que el juez instructor dictara la libertad con cargos para los tres detenidos, a los que se les ha atribuido un único delito de robo con fuerza en grado de tentativa y por lo que están citados a comparecer próximamente en un juicio rápido.

El alcalde de Lleida ha declarado que no comparte la decisión del juez, en el sentido de que "sólo se les ha imputado un hecho delictivo y eso ha permitido que los delincuentes sigan en la calle". A pesar -insiste- "de sus múltiples antecedentes" y de los indicios que existen en relación con que "estas personas han participado en otros hechos delictivos, tanto en la huerta como fuera de la demarcación", sentencia. 

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