Vista de una calle del Cementerio de Montjuïc, en Barcelona

Vista de una calle del Cementerio de Montjuïc, en Barcelona Cedida

Vida

La crisis del saqueo de tumbas en el mayor cementerio de Barcelona se salda con una jubilación

Cementiris de Barcelona destituye al director de Operaciones por el robo masivo de nichos

22 abril, 2024 00:00
Ignasi Jorro Sara Cid

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La crisis por los saqueos de tumbas en el cementerio de Montjuïc, avanzado por Crónica Global, ha forzado la jubilación anticipada de Juan Manuel Aparicio, el director de Operaciones de Cementerios de Barcelona (CBSA), la empresa que gestiona los equipamientos funerarios locales. La compañía pública ha apremiado al miembro del comité directivo a adelantar su retiro, haciéndole pagar así el coste político de los robos en la principal instalación de la ciudad.

El que hasta la fecha se encargaba de coordinar las operaciones y servicios en los nueve camposantos de la capital catalana ha sido sustituido por Esteve Grima, tal y como indican fuentes conocedoras de un relevo que se esperaba para más adelante. Su sucesor era, hasta la fecha, el responsable de Régimen Jurídico y Contratación de la empresa.

Se sustancian así las sospechas de que parte del equipo laboral del Cementerio de Montjuïc estaría implicado en los robos. Y se ha actuado en el plano más político del asunto.

Una cláusula 'antirrobo'

La jubilación forzosa de Aparicio llega después de una oleada de robos en este equipamiento en el verano del año pasado. Decenas de tumbas fueron profanadas y los saqueadores lograron hacerse con un botín con cierto valor en el mercado. Formado, básicamente, por pertenencias menores (no es habitual encontrar joyas en este tipo de sepulturas) y dientes de oro de los difuntos.

Nichos en el Cementerio de Montjuïc, en Barcelona

Nichos en el Cementerio de Montjuïc, en Barcelona EUROPA PRESS

De hecho, la propia empresa que gestiona el cementerio se vio obligada a pedir ayuda el 3 de julio a Mossos d’Esquadra. La policía catalana desplegó drones con detectores de calor para tratar de dar con los ladrones. Aun así, la empresa siempre ha sospechado de sus propias brigadas, a las que incluso hizo firmar una cláusula antirrobo.

Saqueos en más de un centenar de tumbas

De los saqueos no se libraron ni los panteones más icónicos. Como contó este medio en exclusiva, el pasado enero, los ladrones pusieron en su diana una de las tumbas modernistas más espectaculares del camposanto, un monumental sepulcro culminado por un ángel de mármol de Carrara. En esa ocasión, serraron las barandas de forja para intentar acceder a las sepulturas.

Con este panorama, y ante el temor de que la crisis fuera a más porque los saqueos no cesaran, Cementerios de Barcelona (CBSA) se ha visto forzada a tomar decisiones.

La primera, según ha podido saber este medio, son los cambios en la cúpula para tratar de frenar la crisis reputacional. De forma oficial, los portavoces de la compañía municipal han declinado hacer comentarios sobre el nuevo gestor de los equipamientos funerarios. 

Se exponen a indemnizaciones

La drástica decisión llega porque el saqueo de nichos ha expuesto al grupo público a pagar indemnizaciones millonarias, como también detalló Crónica Global. Fuentes jurídicas recuerdan que los robos supondrían quebrantar los contratos que firman las familias de los difuntos cuando toman la concesión de una tumba en Barcelona. 

Miquel Trepat, director general de Cementiris de Barcelona, en una conferencia

Miquel Trepat, director general de Cementiris de Barcelona, en una conferencia Cedida

Si los seres queridos interpusieran acciones legales contra CBSA, se abriría un litigio en el que la compañía tendría que indemnizar a las familias si estas demostraran que la seguridad de las tumbas está incluida en la concesión. Y existen amagos de las familias en este sentido. 

Sería el segundo varapalo que la empresa pública recibiría en los tribunales, ya que tuvo que hacer frente a unas indemnizaciones que no eran menores tras el derrumbe de un bloque de nichos en 2017. Se demostró que la estructura cedió por el mal estado de conservación de la infraestructura funeraria. 

Empresa en la diana

La salida del director de Operaciones tiene también una lectura política. Cementerios de Barcelona es una de las empresas municipales más rentables de Barcelona y existía una especie de interinidad en su cúpula que ahora se supera. 

No en vano, el desastre del derrumbe de los nichos de 2017 ya se saldó con una destitución vestida de prejubilación: la de Jordi Valmaña, ex director general, como avanzó este medio. Ocurrió por el impacto del desastre en las cuentas de la empresa -ha tenido que lanzar un costoso plan de rehabilitación- sí, pero también por el impacto reputacional que provocó el suceso.