Un nombre dice mucho de la persona, aunque también de la familia. Los progenitores son los que acaban poniendo a sus hijos aquel nombre que le suena mejor, le parece más bonito, con un significado atractivo o que les resulta familiar.
A pesar de la voluntad que se le ponga, los nombres vienen llenos de historia y explorarla puede ser incluso divertido. Uno descubre cosas increíbles, desde mitos y leyendas hasta asociaciones que uno no pensaba que podían darse. Claudia es un claro ejemplo.
Esta es la historia de Claudia
Este nombre tan extendido en Cataluña, sobre todo entre los más jóvenes, lleva consigo una carga de sofisticación y elegancia que muy pocos conocen. La mayoría asocia este nombre al mítico emperador romano Claudio, cojo y tartamudo.
Este hombre que pasó a la historia por su cojera le dio una acepción al nombre que se quedaría para siempre asociada a él. Claudia es “aquella que camina con dificultad”, y eso que su origen latino no tiene nada que ver con eso: claudere que quiere decir cerrar.
Un nombre con distinción
En cualquier caso, Claudia es un nombre de carácter, pues nace ya asociado a la característica de este emperador que, además de arrastrar la pierna también fue un gran estudioso, un brillante gobernante muy querido por su pueblo y uno de los hombres más poderosos del mundo antiguo. Durante su mandato, logró conquistar a la mismísima Britania, expandiendo las fronteras de la Antigua Roma y otorgando aún más prosperidad a su civilización.
Pero eso no es lo único que le dio prestigio al nombre. Claudia también era aquella estirpe aristocrática de los patricios romanos. Los claudios eran aquellos que formaban parte del grupo los emperadores y senadores del imperio. De allí, que el nombre de Claudia quede asociado a personas con un cargo, poderosas, ilustres y, por tanto, con cierta distinción. Tanta que se les otorga una cierta elegancia.
Claudia: noble y joven
Parte de todo este legado puede seducir a las familias a poner este nombre a sus hijas. Otro factor importante y cada vez más tenido en cuenta es que este nombre se pronuncia prácticamente igual en cualquier idioma.
Tal vez eso ha llevado a que ya haya 86.034 niñas o mujeres registradas en Espala con el nombre de Claudia. Además, chicas muy jóvenes, la media de edad de 18,6 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De todas ellas, 16.901 han nacido en Cataluña.
Un nombre y dos santas
Por último, destacar una curiosidad de este nombre. Es de aquellos que aparecen dos veces en el santoral. El 18 de mayo es el día de Santa Claudia de Ancira, una martir cristiana fallecida en la ciudad turca que le da nombre. Su muerte fue horrible. Obligada a prostituirse por el gobernador del lugar, fue arrojada a un lago con una piedra atada al cuello.
La historia de Santa Claudia de Roma, cuya onomástica se celebra el 6 de agosto, es algo más esperanzadora, al menos, hasta su muerte. Esta mujer que pertenecía a la nobleza bretona fue secuestrada durante la invasión romana de Britania y posteriormente liberada por el emperador Claudio, precisamente. Años después, convertida al catolicismo, fue martirizada por su nueva fe.