Las frases hechas, refranes y dichos populares enriquecen un idioma. Por muy extrañas que resulten a propios y extraños, ayudan a conectar con la historia del territorio, recordar viejas costumbres y mantener vivas ciertas palabras.
El catalán no está exento de este tipo de expresiones que, aunque extrañas (o no), fascinan al hablante castellano que muchas veces se encuentra anonadado por no poder descifrar y traducir lo que dice el interlocutor. Claro que a veces a los propios catalanes también les cuesta encontrar su equivalencia.
Entre todos estos dichos populares hay uno bastante extendido. No es de uso muy común, pero está en las cabezas de todo catalán. Por muy antigua o habitual que sea, sobre todo entre los más mayores, todos han escuchado decir la expresión N'hi ha per llogar-hi cadires.
¿Cómo traducir esto al castellano? De forma literal, no cuesta mucho, hay para alquilar sillas. Pero si uno es realista, dicho así, nadie entiende qué se quiere decir con esto. Aunque, en realidad, hay una expresión parecida la de Alquilar balcones.
Este es el origen de la expresión catalana
Como uno puede deducir, sean sillas o sean balcones lo que a uno le toque alquilar, ambas expresiones comparten un nexo usual: las fiestas. Todo el mundo sabe que las fiestas de pueblo están a rebosar de gente y claro, si hay algún evento, mejor no quedarse de pie. En el caso de los balcones, sin buenas vistas, pero toca hablar de las sillas.
Dicho esto, la gente alquilaba sillas para no perderse la fiesta, sobre todo si venía de lejos, si era un visitante. Ellos, igual que muchos del pueblo en cuestión ponían sillas a disposición de los asistentes.
La expresión que usaban los organizadores del evento, en concreto los ayuntamientos, para calmar los ánimos de la gente que quería ir al evento anunciado era este: “s’hi llogaran cadires” (se alquilarán sillas). Así la gente respiraba un poco más tranquila.
Dicha frase también tenía un doble sentido. Si los responsables del acontecimiento ponían sillas a disposición, es que iba a ser algo muy grande. Sobre todo, si alguien iba a pagar por tener asegurado su asiento.
¿Qué significa la expresión "N'hi ha per llogar-hi cadires"?
Esta última intención es la que ha quedado impregnada en la frase hecha. Si se escucha a un catalán decir que N'hi ha per llogar-hi cadires es que lo que se ha dicho o lo que se va a celebrar no es que sea muy grande, pero sí muy sorprendente, increíble o sumamente descacharrante.
La acepción alquilar balcones, en cambio, si se relaciona con esa idea de que aquello que se va a hacer es de suma importancia, algo espectacular. Es per llogar-hi cadires, ¿no?
¿Qué otras expresiones no tienen traducción al castellano?
El catalán se compone de muchos dichos populares que, con más o menos frecuencia, se utilizan en Cataluña y que, rara vez, se entienden en el resto de España. Te traemos más ejemplos:
- Déu n'hi do: se trata de una de las coletillas más extendidas entre la población catalana y viene a ser algo así como “Hay que ver”. Denota sorpresa o admiración por algo o alguien.
- Bufar i fer ampolles: expresión que se usa para argumentar que una tarea es sencilla de hacer y no tiene excesivas complicaciones.
- “Tallar el bacallà”: autoridad de una determinada persona en un determinado contexto.
- “Qui vulgui peix, que es mulli el cul”: podría asociarse a “quien algo quiere, algo le cuesta” en castellano.
- “Qui matina fa farina”: podría asociarse como “a quien madruga, Dios le ayuda” tan típico en el refranero español.