En Cataluña existen un sinfín de expresiones únicas que, en sí mismas, no se pueden traducir al castellano ni mucho menos a otras lenguas. El catalán, con toda su diversidad y pluralidad, es el idioma oficial en todo el territorio, aunque lo cierto es que cada vez se utiliza con menos frecuencia y con ciertos castellanismos.
Durante siglos, el catalán ha coexistido con otras lenguas en toda la península ibérica, pero también ha experimentado períodos de represión y revitalización en diferentes momentos de la historia.
La lengua se utiliza en la administración pública, la educación y los medios de comunicación en Cataluña, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, su estatus y uso han sido objeto de controversia política en España, pero su identidad cultural y lingüística es única en Cataluña.
Este es el origen de la expresión ‘Déu-n’hi-do’
En Cataluña tenemos una expresión por antonomasia que se ha utilizado durante años y años y que es un fiel reflejo de toda la cultura catalana. Se trata de ‘Déu-n’hi-do’, que se utiliza como una interjección, una exclamación ponderativa, enfática, para expresar el impacto o importancia de algo, o la admiración que produce.
El DIEC establece que la palabra dios, con el significado de ‘divinidad’, lleva acento diacrítico y, por tanto, hay que acentuarla para diferenciarla de la palabra diez (número o verbo). Desde 2016, la ortografía de esta expresión se debe escribir con guiones y con minúsculas, pero también está aceptada sin.
Pese a su originalidad, en el catalán encontramos otras expresiones que podrían encajar en el perfil de sinónimos. Se trata de ‘me’n faig creus’ (‘me hago cruces’), ‘n’hi ha per a llogar-hi cadires’ (‘hay para alquilar sillas’) o ‘caram’ (‘vaya’).
¿Qué otras expresiones catalanes existen en Cataluña?
Además del caso analizado, el catalán ofrece un amplio abanico de expresiones típicas de allí que, como tal, no tienen una traducción literal al castellano. Te ponemos algunos ejemplos para que los conozcas y los utilices:
- Fer campana: En Cataluña no se trata de hacer pellas, sino de “hacer campana”. En tiempos en que no había escuelas, los niños asistían a la rectoría de los capellanes para aprender, si alguno faltaba, se le castigaba obligándoles a tocar la campana de la iglesia. De ahí deriva esta expresión, que se usa con mucha frecuencia en el ámbito educativo, sobre todo.
- Vés a pastar fang: la traducción literal es “Vete a pastar barro”, que podría asociarse a la versión en castellano “vete a freír espárragos”. Se trata de una forma poco refinada de indicar a alguien que no es bienvenido.
- Tocar el dos: Y el tres, el cuatro y el cinco… Significa “irse corriendo”, el equivalente moderno a “hacer la bomba de humo”. Dos teorías explican su origen. Una lo asocia a la expresión francesa “tourner le dos” (dar la espalda). La otra sugiere que “dos” proviene de “dors” (espalda), traída de la era de los coches de caballos, donde latigazos impulsaban a correr más rápido.
- Aneu a escampar la boira: “Iros a dispersar la niebla”. Un concepto sin sentido si se interpreta, literalmente, claro. Refleja como ordenar a alguien a que se vaya a distraerse a otro sitio. Se dice que antiguamente los brujos acudían al bosque para conjurar hechizos que disiparan la niebla persistente. De ahí vendría la expresión.