Cataluña se llena de armas de fuego por el negocio de la droga

Cataluña se ha convertido en el huerto de la marihuana de Europa. No es ninguna novedad. Los Mossos d'Esquadra hace años que alertan de la llegada de organizaciones criminales transnacionales que se instalan en territorio catalán para dedicarse al cultivo y, posteriormente, tráfico de esta droga.

La presencia de todos estos grupos en un mismo espacio ha desembocado en un inevitable aumento de la narcoviolencia, ya que las mafias compiten por el control del territorio y de las mejores rutas. 

Armas de fuego para proteger sus 'negocios'

Así las cosas, estas organizaciones se han visto en la necesidad de protegerse de sus rivales, pero principalmente de proteger sus negocios ilícitos. Lo cual ha acarreado un (peligroso) incremento de armas de fuego en Cataluña.

"Armas las ha habido siempre, pero, ahora, es cierto que la mayoría de los jardineros que protegen las plantaciones de marihuana tienen una o varias escopetas tuneadas para defender el negocio ante posibles asaltos", confiesa un veterano subinspector de los Mossos d'Esquadra a Crónica Global. "Si bien es cierto que hace unos años las armas de fuego se utilizaban para cometer atracos o ejecutar ajustes de cuentas, hoy su posesión se ha democratizado y ya no quedan organizaciones criminales sin ellas" matiza. 

Según el poder, el nivel adquisitivo y el negocio ilícito al que se dediquen, estos grupos criminales tendrán entre sus bienes activos un tipo de armas u otras: desde escopetas de caza modificadas hasta armas de guerra. 

Armas incautadas por los Mossos d'Esquadra en una masía de Girona MOSSOS D'ESQUADRA

Armas de caza modificadas

Fuentes policiales vinculadas a la lucha contra el crimen organizado en Cataluña y España han explicado que el grueso de armas que se encuentran en los registros a plantaciones de marihuana son de caza o armas simuladas que se modifican. "Con una licencia de cazador, que muchas veces se falsifica, se puede conseguir una escopeta de caza. Las organizaciones las manipulan para ampliar la dispersión de los cartuchos y que sean más peligrosas", aseguran.

"Es la manera más fácil de conseguir un arma de fuego y asegurarse tener munición, ya que uno de los problemas de las armas más sofisticadas o de guerra es conseguir las balas", explican. "La venta de la munición está muy regulada. Incluso los miembros de los cuerpos policiales, para nuestras armas particulares, estamos limitados a un máximo de 100 cartuchos al año".

Por eso, insisten, "las organizaciones criminales, para agilizar trámites, se compran carabinas de caza, que funcionan con balas de 9 mm como los revólveres más habituales, y así pueden tener suministro tanto para las armas de caza como para las armas cortas, si es que las tuvieran". 

Imagen de archivo de una armería Europa Press

Armas con impresoras 3D 

Además, insisten en la irrupción de nuevos frentes como, por ejemplo, las armas construidas con impresoras 3D. Si hasta hace unos años el principal proveedor de armas de fuego eran los países de la Europa del Este, ahora el escenario ha cambiado de forma radical: "Ya no hará falta ni falsificar una licencia de caza, ni robar armas a proveedores o comprarlas en el mercado negro, con un tutorial para fabricarlas 3D será suficiente", alertan las fuentes consultadas.

Paralelamente, la dark web sigue siendo otro proveedor, "aunque cada vez con menos relevancia". "En la cara b de internet seguimos encontrando de todo, pero muchas veces estas armas vienen de otros países y las organizaciones criminales no se arriesgan, ya que hay otros modos de conseguirlas" explican. 

Subfusil Ar9 ensamblado con piezas impresas en 3D CNP

Talleres artesanos 

Lo que es indudable es que los grupos criminales en Cataluña cada vez están más y mejor armados. De hecho, el comisario de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, Ramón Chacón, reconoció recientemente ante los micrófonos de RAC1 que este incremento de armas se debe a la llegada de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico. Es más, matizó que el grueso de los crímenes que se cometieron en 2023 con arma de fuego tenían como base motivadora asuntos relacionados con el tráfico de esta droga.

La urgencia de dotarse de armas ha llegado hasta el extremo de que las propias mafias se han instalado sus propios talleres. De hecho, este mismo martes 12 de marzo un operativo de los Mossos en el barrio de Sant Cosme, en El Prat de Llobregat, destapaba un taller artesanal, en el cual se intervinieron dos armas de fuego caseras y munición. Hecho que demuestra, una vez más, la necesidad de estos grupos de proveerse de armamento. 

Ataques a la policía

El uso y la circulación de las armas de fuego, pues, es una realidad innegable que preocupa a los cuerpos policiales. En especial, porque los grupos criminales han empezado a no tener reparos en atacar también a la policía. Justo la semana pasada, un equipo de la ARRO fue recibido a tiros cuando irrumpió en una nave de Dosrius (Barcelona) donde se escondía una macroplantación de marihuana. Uno de los jardineros abrió fuego contra los agentes. Por suerte, nadie resultó herido. El escudo balístico evitó una desgracia.

Asimismo, los cuerpos policiales cada vez destinan más efectivos a la hora de ejecutar las entradas y registros, con la participación de agentes de élite como el GEI (Grupo Especial de Intervención) o, recientemente, con la incorporación de los nuevos drones. Precisamente, fue en un dispositivo en el barrio de Sant Cosme cuando los Mossos pusieron a prueba, por primera vez, las pequeñas aeronaves del cuerpo.  

Estos nuevos drones son una esperanza más de los Mossos para lograr anticiparse a las redes del crimen organizado que llevan años instaladas en Cataluña, ahora, además, armadas.