El Arzobispado desaloja la iglesia de Barcelona que cederá a Blanquerna
- El equipo de Juan José Omella vaciará de la Parroquia de l'Esperit Sant el 31 de marzo, y la derribará
- El plan urbanístico divide a los feligreses
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El Arzobispado de Barcelona ha emitido la orden de vaciado de la iglesia de Barcelona que derribará para ceder a la Fundación Blanquerna. El gobierno metropolitano de Juan José Omella ha pedido al párroco de L'Esperit Sant que deje de hacer misas a partir del 31 de marzo. Porque el 2 de mayo comenzarán las obras para transformar el templo en una facultad de Medicina.
Según una comunicación interna a la que ha accedido este medio, el Arzobispado informa al párroco José María Llorca de que los trabajos de vaciado y reforma del centro religioso se iniciarán después de Semana Santa. Por ello, las últimas misas que se celebrarán serán las del domingo 17 de marzo --ya oficiada--; domingo 24 y domingo 31, esta última con presencia de Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona.
'Destierro' a Sant Pau
Tras ello, se vaciará el espacio y la comunidad feligresa de l'Esperit Sant será trasladada al Templo del Hospital de Sant Pau i la Santa Creu, donde permanecerá durante dos años.
Desde la provincia religiosa se recuerda que cuando culminen los trabajos, el edificio actual se habrá transformado no solo en una facultad universitaria, sino también en un nuevo lugar de oración que, entonces sí, podrá acoger las eucaristías de l'Esperit Sant.
Cisma
El plan urbanístico es controvertido porque ha dividido a la comunidad en dos. Desde el Arzobispado y su equipo se defiende la bondad de la transformación, pues de ella resultará una de las facultades de Ciencias de la Salud "punteras" en Europa.
Por contra, los feligreses de a pie afean al equipo del cardenal Omella que derribe el templo religioso, uno de los pocos que ofrece adoración continua en la Ciudad Condal: da apoyo espiritual durante día y noche.
El vitral, desmontado y "digitalizado"
Más polémcico si cabe es el desmontaje del vitral histórico de l'Esperit Sant. Se trata del montaje en cristal en un equipamiento religioso más grande de Cataluña.
El plan para la parroquia no prevé mantenerlo. Se desmantelará --no goza de protección-- y, según el Arzobispado, se "digitalizará". Una solución que no convence a todos los fieles.