La mujer que se hizo pasar por sanitaria, detectada en junio de 2023 en el Hospital de Berga, ha sido condenada a 38 meses de prisión por los delitos de intrusismo y falsedad en documento público. Sin embargo, no cumplirá la pena de privación de la libertad tras comprometerse a no delinquir durante cinco años. Así lo ha dictaminado la jueza Berta Palomares, del Juzgado de Instrucción número uno de Berga (Barcelona), que también ha advertido en la sentencia que, de incumplir el compromiso, se alzará la suspensión de condena acordada.
Así mismo, el escrito de la jueza, al que ha tenido acceso Crónica Global, también incluye la prohibición de ejercer cualquier tipo de función, "remunerada o no, en cualquier centro sanitario, profesión sanitaria o centro en el que se ejerzan funciones sanitarias", ni en España, ni en ningún estado miembro de la Unión Europea.
Trabajó como sanitaria en once centros
La jueza ha considerado probado que la condenada ejerció como médica e infermera en hasta once puestos de trabajo del campo de la salud, entre diciembre de 2017 y julio de 2023, en ocasiones solapando dos cargos al mismo tiempo.
En concreto, trabajó como médica en el Hospital Deixeus Quirón de Barcelona, el Hospital Comarcal Sant Bernabè de Berga (Barcelona), en la compañía Ambulancias La Fuente en Manresa (Barcelona) y para distintos dispositivos desplegados por el RACC. Con funciones de enfermera fue contratada por el Hospital Universitario de Vic (Barcelona), el Hospital de Manlleu (Barcelona), la clínica Illa Salut de Sils (Girona), el consultorio médico de Gurb (Barcelona) y Transporte Sanitario de Cataluña, con sede en Barcelona.
Igualmente, la jueza ha podido acreditar que, como médica y como enfermera, "la acusada atenció a pacientes y emitió informes y recetas". A falta de un número de colegiado para acreditar la originalidad de tales documentos, la falsa médica usó la identidad de otros facultativos, sobre los que no recae culpa, al haberse identificado que "en cuya confección participó únicamente" ella.
"Plan preconcebido"
La jueza ha considerado que el periplo laboral de la condenada fue "un plan preconcebido", puesto que la falsa médica "era conocedora de que no se hallaba habilitada para el ejercicio de estas profesiones" al manifestar "a los responsables de contratación de distintos centros sanitarios estar en posesión de titulación oficial, sin haberla obtenido nunca".
Para acreditar su supuesta titulación como profesional sanitaria, la procesada mostró dos carnés de colegiados médicos "de titularidad ajena, haciéndolos pasar como propios". Así mismo, también falsificó un título de medicina de la Universitat de Girona, otro de enfermería de la Universitat de Vic y un justificante de pago de la tasa anual del Colegio de Médicos de Barcelona.