Los 46.000 habitantes de Figueres son los primeros vecinos de una gran ciudad catalana en sufrir las restricciones de la fase 2 de la emergencia por sequía, con nuevas limitaciones al consumo del agua que comparten con otros 11 municipios de Girona más pequeños, entre los que destaca Roses.
El Govern ha aprobado este nuevo paso atrás en la zona de Cataluña que más acusa la falta de agua, por el bajo nivel del pantano de Darnius Boadella, ahora a un 11% de su capacidad. Hace sólo un año, sus reservas multiplicaban por tres las actuales. Ahora, las autoridades municipales han activado una búsqueda contrarreloj de pozos porque "si no llueve, habrá algún día en este año en el que no haya agua para todos".
Búsqueda contrarreloj de pozos
El Ayuntamiento de Figueres ha desplegado un plan contrarreloj de "búsqueda de medios alternativos" al agua del embalse. Trabaja para abrir y explotar pozos que permitan abastecer un tercio del consumo de su población antes de que llegue el verano; uno de ellos es el de la Ronda sur, con el que ya extrae agua freática.
En paralelo, ha puesto en marcha junto a la empresa FISERSA y la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) otro proyecto para la instalación de una cañería de 8,5 kilómetros que trasladará agua regenerada de la depuradora de Figueres al río Muga para frenar el declive de la cuenca, en una "situación excepcional".
El alcalde, Jordi Masquef (Junts), reconoce que van "justos" con el agua, pero defiende que el consistorio ha hecho "los deberes" al reducir "cada vez más" las fugas en su red. También con el despliegue de un operativo contra el fraude y por la regularización de contratos, así como el control de los registros de contadores de agua y el reparto de 2.000 aireadores, unos dispositivos que reducen el gasto al ser colocados en el grifo.
"Temor" al turismo y no descartan cortes al agua de grifo
El edil neoconvergente asegura sentir "temor" frente a la temporada turística y llama a "ser realistas". "Si no lloviera en lo que queda de año, habrá un día en que el embalse de Boadella se quedará a cero y habrá que priorizar, no habrá agua para todos", ha advertido el también vicepresidente del Patronato de Turismo de la Costa Brava.
"Defenderemos la temporada turística, pero todo el mundo debe asumir parte de esta situación y debe haber un reparto equitativo y justo del bien escaso que es el agua: ningún sector debe salir beneficiado frente a ningún otro", según palabras de Masquef.
Así las cosas, el gobierno municipal no prevé cortes al agua del grifo, aunque el alcalde reconoce que es un escenario no descartable en el futuro: "Si seguimos por este camino, llegaremos a medidas no deseadas".
Figueres cumple de refilón las nuevas restricciones
El segundo nivel del peor escenario por falta de recursos hídricos rebaja el consumo máximo permitido de 200 a 180 litros de agua por persona y día. Los figuerenses cumplen de refilón este límite, ya que su media se sitúa en los 178 litros; hace unos meses, era de 193.
La ciudad comparte otras medidas con el resto de catalanes en fase 1 de la emergencia, como la prohibición del llenado de piscinas privadas, el riego de jardines privados, la limpieza de calles con agua potable y de vehículos si no es en establecimientos dedicados a ello.
En cuanto el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) lo publique, las piscinas deberán cerrar sus duchas, y también los campos deportivos de césped para la actividad federada que sigan regando el terreno.
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