El acoso a los comercios por razones lingüísticas ha llegado al corazón de Girona. Allí se ubica La Fàbrica, una cafetería abierta hace años por unos canadienses enfocada a los ciclistas y que tiene el catalán como la última de sus lenguas de servicio. La primera es el inglés (en ese idioma está su web), seguida del castellano. Y los dueños no reculan ante las críticas de los radicales de la lengua catalana, al contrario: "Personas de mente cerrada".
Es lo que respondió La Fàbrica a una reseña que mencionaba estas carencias lingüísticas en el negocio, y en la que recordaron al cliente que, cuando ellos abrieron, el barrio viejo de Girona "estaba muerto", sin negocios, ni turistas; "sucio y olvidado". "Son personas de mente cerrada como usted las que después de casi 10 años en el negocio nos hacen querer cerrar y elegir otra ciudad", escribieron.
El pueblo catalán, "despiadado"
Pues bien, aquella crítica ha tenido ahora una nueva entrega de parte del guionista y periodista David de Montserrat, quien ha cargado con dureza contra el negocio y poco menos que ha acusado a los dueños de racistas. Ha explicado su experiencia en un hilo de X, en el que ha comenzado señalando la nacionalidad "canadiense" de los propietarios, que también poseen Espresso Mafia.
A continuación, ha escrito que "les ha molestado" su queja sobre "su insensibilidad lingüística" a pesar de que viven en Girona desde 2008. Y que desde La Fàbrica le han contestado lo siguiente: "Desde el primer día tú y tu pueblo catalán habéis sido despiadados hagamos lo que hagamos". "Me acusan 'de ser infantil' y de 'volverme loco solo por ver una palabra en inglés'", prosigue De Montserrat.
"Miel de Albacete" y "queso de Murcia"
El cliente no termina ahí su exposición, sino que sigue con el dedo índice en dirección al negocio: "Vienen a decir, como si de una ONG se tratase, que dan trabajo a '16 catalanes' a pesar de que seguro que el catalán como requisito no lo piden porque a mí no me han atendido en catalán cuando un conocido me invitó a tomar un café en el Espresso Mafia".
Ni siquiera le parece bien que la carta sí esté en catalán, pues "casi todos los platos están en inglés", y cuestiona que tengan "especialidades catalanas", dado que en el menú figura "miel de Albacete" y "queso de cabra murciano". "Debe referirse a la famosa miel de la bella comarca del Alt Albacetès y al sabroso queso del Pallars Murcià", ironiza.
"España, España, España"
"No tienen la web en catalán, del dominio .cat ni hablemos, el uso del catalán en las redes sociales brilla por su ausencia y en el 'About us' todo es España, España, España, demostrando cuál es su marco mental", continúa, antes de decir que "es evidente que el interés por la integración y el respeto por la identidad catalana es exactamente el mismo que debían tener sus antepasados al coincidir con las tribus de Canadá".
"Los catalanes seremos despiadados, pero siguen aquí porque 'business is business despite the fucking local culture' y el Eurodisney gerundense de la bici donde poder hacer un 'esmorzing' de 'scrambled eggs' sigue llenando cajones. This is it", concluye De Montserrat.