El alcalde de Caldes de Malavella, Salvador Balliu, se encara con unos presuntos okupas empuñando un hacha

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Vida

El exalcalde catalán que amenazó con un hacha a los okupas se enfrenta a una multa de 1.800 euros

Salvador Balliu defiende que la víctima de este incidente es él y que en ningún momento quería echar a los okupas, sino defenderse

28 febrero, 2024 11:51

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En abril de 2022 se viralizó un vídeo en el que aparecía el entonces alcalde de Caldes de Malavella (Girona) y presidente del Consell Comarcal de la Selva, Salvador Balliu, con un hacha en la mano y encarándose a tres personas que habían okupado una vivienda de su propiedad.

Tras el episodio, los okupas, una familia conformada por una madre y sus dos hijos de 23 y 25 años, denunciaron los hechos ante los Mossos d'Esquadra y el caso fue juzgado este martes, en el Juzgado de Instrucción 4 de Santa Coloma de Ferners.

Hasta 4.500 euros por daños morales

Si pierde el juicio, Balliu se podría enfrentar a una multa de entre uno y tres meses por un delito leve de coacciones, por los que los denunciantes piden 1.800 euros, según ha adelantado Diari de Girona, además de una indemnización de 4.500 euros por los daños morales ocasionados por el incidente.

Según ha declarado la mujer, su familia fue desahuciada unos días antes de otra casa y decidió ocupar la vivienda propiedad del alcalde a principios de abril, al ver que no había nadie en su interior. Tres días más tarde, la Policía Local les habría informado de que debían marcharse, a lo que la mujer respondió que lo harían el día 15.

Al incumplir el pacto, porque, según se puede oír en el vídeo, no se habían dado cuenta de que era Semana Santa, el alcalde se personó en la propiedad y, según la declaración de la denunciante, la tiró al suelo y movió el hacha cerca de ella. Asegura que se marcharon inmediatamente después del enfrentamiento.

El exalcalde cree que la víctima es él

La versión de Balliu es algo distinta, puesto que ha asegurado ante la jueza que el día 17 se acercó a la casa con la Policía Local y comprobaron que ya no había nadie, de modo que al día siguiente se acercó para realizar tareas de mantenimiento. Afirma que, al llegar se encontró un perro y dos chicos 'armados' con palos que lo amenazaban para que se fuera, por lo que cogió lo primero que encontró, el hacha, para defenderse: "Mi objetivo no era echarlos, sino defenderme", ha defendido.

El exalcalde ha negado las coacciones y la agresión que denuncia la mujer y, de hecho, defiende que la víctima es él. Tras la declaración de ambos implicados, el juicio ha quedado visto para sentencia.