Los ayuntamientos de los municipios gerundenses de Ripoll y Campdevànol han recomendado a la población que se abstenga de consumir agua del grifo para beber o cocinar por un aumento en el nivel de arsénico superior a 10 microgramos por litro en la zona que suministra a ambos municipios.
La Societat Municipal d'Aigües de Ripoll (Somasra) ha detectado un aumento de este elemento químico, que se encuentra de forma natural en el agua, pero que debido a la sequía actual hace que la red para el consumo humano contenga "unos niveles más altos de este elemento", según informan ambos consistorios en un comunicado este lunes.
Válida para lavar
Asimismo, añaden que la población sí puede utilizar el agua del grifo para ducharse, lavar la ropa o lavar utensilios de cocina "sin riesgo para la salud".
En un vídeo en la red social X, la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, asegura que han hablado con la conselleria de Salud de la Generalitat, y ha pedido a los ciudadanos no consumir el agua del grifo porque "puede ocasionar problemas de salud", pues no es apta en estos momentos para su consumo.
Asimismo, ha asegurado que el Ayuntamiento de Ripoll y el de Campdevànol trabajan para licitar las obras para ampliar y renovar su planta potabilizadora, donde habrá filtros de arsénico para mejorar la calidad del agua, y que también esperan que llueva "para bajar los niveles" de este químico.
Con todo, el proceso para que este filtro esté en marcha es largo. Aunque se convocara por la vía de la urgencia, la licitación se prolongaría como mínimo seis meses más y las obras son complejas, tal y como señalan fuentes del municipio. Si no llueve, la medida actual extrema se prolongará en el tiempo.
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