La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ya se ha pronunciado sobre el presunto delito de honor del conseller de Salut, Manel Balcells, hacia el curandero Josep Pàmies, al que tildó de "estafador" y "farsante" por asegurar que el autismo es “recuperable” con la ingesta de clorito de sodio.

En la sentencia, el tribunal da carpetazo al asunto y desestima la demanda por derecho al honor interpuesta por el gurú de las pseudociencias contra el conseller de Salut. Pàmies pedía a Balcells que se disculpara con él públicamente y que lo indemnizara con 1.000 euros. 

Conflicto entre derechos fundamentales

El auto recoge que en este caso concreto se aprecia un conflicto entre dos derechos fundamentales: el derecho al honor de Josep Pàmies y el de libertad de expresión del conseller Balcells, por lo que se impone una ponderación sobre su prevalencia.

Así, señala el tribunal, las declaraciones que el conseller hizo públicamente, en las que llamó "estafador" a Pàmies se inscriben en el marco de una información relevante para la ciudadanía como era la suspensión de la polémica conferencia que él mismo organizaba y que iba a impartirse el día 9 de septiembre de 2023 bajo el título: El autismo es recuperable con MMS y otros protocolos.

Los calificativos encajan con la conducta de Pàmies

Al hilo de este asunto, prosigue la sentencia, en conseller expresó en una entrevista en un medio de comunicación que las prácticas a las que aludía en esta conferencia "eran fraudulentas" y que ponían en peligro la vida de los ciudadanos. 

Para enfatizar la prohibición de la charla y sus motivos, se tilda a su organizador de “estafador” y “farsante”. El tribunal precisa que, en sentido vulgar, el primero de estos términos se refiere a una persona que "tima, embauca o defrauda". Mientras que el segundo, alude a un "engañador, impostor o mentiroso, términos que se ajustan a la conducta del demandante, pues organizaba una conferencia en la que se prometía algo que no era", sostiene el auto. Pero, además, recogía conductas sancionadas por ser contrarias a la ley. 

Balcells no buscaba injuriar a Pàmies

Así, el conseller dirigió sus expresiones "al gran público" y, aunque se expresó con calificativos "desde luego contundentes", su finalidad era "legítima": advertir a los ciudadanos sobre el riesgo de ingerir sustancias como la anunciada y su nula capacidad para impedir o atenuar una enfermedad neurológica como es el autismo.

Las palabras de Balcells "no tenían por objeto injuriar al demandante sino resguardar la salud y el bienestar de los ciudadanos", concluye la sentencia. 

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