Ya es una realidad. Cataluña ha entrado en emergencia por sequía y, por ello, los ciudadanos, las empresas y las administraciones tendrán que intensificar esfuerzos para ahorrar este recurso tan escaso. Los gimnasios y centros deportivos serán uno de esos espacios en los que los catalanes notarán los cambios. ¿Habrá duchas? ¿Se cerrarán las piscinas? Estas eran, precisamente, algunas de las cuestiones que más preocupaban al sector y a los usuarios.
Las medidas se aplicarán de forma gradual, por lo que está previsto que los ciudadanos no noten grandes cambios. Al menos, de momento.
Tres fases
La emergencia por sequía en gimnasios se aplicará en tres fases. En la primera, los centros que dispongan de piscina y pretendan llenarla tendrán que compensar el agua gastada. Podrán hacerlo cerrando algunas duchas o reduciendo el consumo en las instalaciones de otra forma.
Si en abril no mejora la situación, Cataluña entrará en la segunda fase, en la que sí será obligatorio el cierre de duchas si los centros no quieren renunciar a llenar piscinas. Los que no cuenten con zona de baño podrán mantener las duchas abiertas.
En el peor de los casos, si se activa la fase tres, todos los centros deberán cerrar los grifos. Tengan o no piscina.
Regar el césped
Los clubs que necesiten regar el césped o la tierra batida deberán actuar de forma similar. En la primera fase, deberán compensar el agua que utilicen para regar ahorrando en otros aspectos de sus instalaciones.
En la fase dos, deberán cerrar las duchas si quieren regar. Por último, en la última fase, no podrán regar.
La propuesta de los gimnasios: duchas de tres minutos
Los gimnasios ya se han puesto manos a la obra. La Asociación Catalana de Entidades de gestión de instalaciones deportivas públicas, Gestiona, ha impulsado la campaña Cada gota de agua resta en 44 centros deportivos de Barcelona para promover que se limite el uso de las duchas a tres minutos por usuario.
Esa es solo una de las restricciones que, en un principio, tienen previsto aplicar para sensibilizar a los usuarios y fomentar un uso de las duchas “más eficiente”. También proponen que los centros tengan “dosificadores” con los que se pueda ahorrar hasta nueve litros de agua por minuto.
Por último, plantean renovar el agua de las piscinas con agua regenerada y que los pulsadores de las duchas duren 15 segundos. Una fórmula para que las duchas sean más rápidas y con la que prevén reducir un 25% el consumo de agua.