Una persona con una bandera del colectivo trans / EFE

Una persona con una bandera del colectivo trans / EFE

Vida

¿Cambiarse de sexo con 12 años? Hablan los expertos sobre la futura ley ‘trans’ catalana

La cuestión de la edad es, más allá de su encaje legal con la norma estatal, la más delicada a la hora de garantizar el derecho de los menores de edad a una transición de género

29 enero, 2024 00:00

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Cataluña tendrá su propia ley trans. Será más ambiciosa que la aprobada por el Gobierno, según se desprende del anteproyecto publicado esta semana antes de someterse al debate parlamentario, con algunos puntos que generan discrepancias entre expertos tanto en el contenido como en la forma.

Más allá del complicado encaje legal con la norma estatal, cuestiones como la edad que plantea el texto invitan a un debate profundo y complejo que permita ampliar el derecho a una transición de género y, a la vez, minimizar el riesgo de tomar la toma de decisiones que puedan resultar irreversibles.

Las novedades de la ley trans catalana

El límite de la edad es, hoy por hoy, la cuestión más delicada, puesto que la nueva Ley integral de reconocimiento del derecho a la identidad y la expresión de género permitirá a niños de 12 a 16 años iniciar su transición a niña, y viceversa. Basta con el consentimiento de los padres o representantes legales y, en caso de que no exista tal permiso, la Generalitat prevé habilitar una mediación entre ambas partes.

Asimismo, el texto fija el principio de despatologización de las personas trans y prohíbe la defensa, fomento y práctica de terapias de conversión. También plantea un programa de atención a personas sintecho y reconoce el derecho a la prestación de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) a víctimas de violencia por razón de identidad de género que tengan entre 18 y 23 años, entre otras medidas.

“No es lo mismo tener 12 años que 16 o 21”

Sobre la cuestión de la edad, el psicólogo clínico José Ramón Ubieto viene a recordar lo evidente: “No es lo mismo tener 12 años que 16 o 21, para nadie”. Este miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis parafrasea a Sigmund Freud para incidir en que “la infancia es una etapa para curiosear e iniciarse en la vida, no para tomar decisiones tan trascendentales”.

Estudiantes en las pruebas de acceso a la universidad

Estudiantes en las pruebas de acceso a la universidad Álvaro Ballesteros EP

“Los adolescentes se plantean lo que son, lo que van a ser, qué posición ocupan en la vida, si serán capaces de ganarse la vida, de emanciparse, de formar una familia… y también dudan de su identidad sexual y de si están a gusto con su cuerpo”, describe Ubieto, agregando que los adolescentes “encuentran respuestas provisionales porque no pueden vivir en la incertidumbre”.

Mientras unos piden tiempo…

Es por ello que el también colaborador docente de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y Universitat de Barcelona (UB) pide tiempo para que los menores encuentren a lo que él se refiere como respuestas definitivas: “No se pueden tomar sus temores como certezas sólidas, sino como preguntas, y hay que darles tiempo para que las vayan respondiendo”. 

Aunque incide en una excepción: aquellos menores que han manifestado su disconformidad con su cuerpo desde sus primeros años de la infancia, algo que se da en “un número pequeño de casos”, cuantifica.

…otros recuerdan lo irreversible de transicionar tarde

Si bien es cierto que la irreversibilidad de algunas transiciones demuestra lo importante de tomar este tipo de decisión a conciencia, hay quien le da la vuelta y recuerda que no hay tiempo que perder. “La pubertad es un punto de inflexión y no permitir a un preadolescente o adolescente transicionar antes de su explosión hormonal también es irreversible”, asegura Oriol Garcia también en declaraciones a Crónica Global.

Para el coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología Afirmativa #LGTBIQ+ del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, habilitar esta opción “puede dar luz a niños que lo tienen superclaro con cinco años”. Así las cosas, obligar a los menores a transicionar una vez han superado la pubertad “puede determinar su vida”, y es más perjudicial que si simplemente decide frenar su tratamiento hormonal después.

La “transfobia” de “poner el foco en la madurez”

Este experto reivindica que “poner el foco en la madurez del joven” denota cierta “transfobia”. En vez de ello, habla de “centrarse en los condicionantes ambientales, en analizar si se le permite desarrollar y expresar su identidad con máxima garantía de seguridad y tranquilidad”, y defiende crear “mecanismos de acompañamiento y que eliminen el acoso y la desinformación” sobre estas cuestiones. Y cree que la ley que plantea la Generalitat es un paso adelante.

Asimismo, Garcia describe como “un error de lectura” pensar que, amparada por esta ley, “una persona trans vaya a transicionar de golpe al cumplir los 12 años”. Ante este supuesto, asegura que “muchas exploran otras formas de sentirse cómodas con su identidad de género o se quedan solo en una transición social”. “Dar derechos y oportunidades es la forma de permitir que cada uno elija libremente”, concluye.

Cartel de una manifestación a favor de los derechos de las personas trans

Cartel de una manifestación a favor de los derechos de las personas trans Europa Press

Cabe indicar que, en la valoración del inicio de un tratamiento, participa un equipo de profesionales multidisciplinar que comprueba que "el menor demuestre suficientes conocimientos y comprensión acerca de los efectos del tratamiento, garantizando que sea maduro y respetando su derecho de expresión y autonomía" describe la Dra. Laura Cuadrado Clemente, miembro del Grupo Gónadas, Identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GIDSEEN).

¿Qué tratamientos son reversibles?

El uso de "bloqueadores" para evitar la actividad de las hormonas de la pubertad que dificulten la transición posterior es reversible, ya que una vez se retiran, "vuelve a activarse el eje hormonal puberal y continuará el desarrollo de caracteres sexuales secundarios", en palabras de la Dra. Cuadrado.

En cambio, las consecuencias del tratamiento hormonal afirmativo de género, aquel que permite transicionar en sentido masculino o femenino, es parcialmente reversible, "en función de factores como la dosis y el tiempo de administración".

Las transiciones que no permiten volver atrás son las que incluyen cirugía, ya que la mayoría "no permiten deshacer la intervención para que quede como antes", según la Dra. Melissa Novais, endocrinóloga en Meditelier-Clínica Tres Torres, que agrega: "Cuando el proceso se hace correctamente, los casos de arrepentimiento son aislados".