Expolian uno de los panteones más icónicos del cementerio de Montjuïc

Albert Sàenz i Coromina, propietario de este panteón, que forma parte de la ruta turística que ofrece Cementiris de Barcelona, se enteró a través de un grupo de Whatsapp de que el faraónico mausoleo había sufrido daños el martes 16 de enero. El dueño confirmó sus peores sospechas el domingo, tras acercarse a la necrópolis y descubrir con sus propios ojos que “con una precisión quirúrgica” los cacos habían extirpado las barandas de forja de la terraza, obra de la fundición Vda. Argelaguet Damians. 

CBSA se comprometió a reforzar la seguridad

“Todo esto me desborda, me angustia y me genera una sensación total de impotencia”, denuncia Sàenz i Coromina sobre los daños sufridos en el panteón en el que reposan los restos mortales de varios de sus familiares. El propietario, que ya ha puesto estos hechos en conocimiento de los Mossos d’Esquadra, pide a Cementerios de Barcelona (CBSA) que le dé una respuesta sobre lo ocurrido. 

Cabe destacar que CBSA, la empresa municipal que gestiona el fosal y la misma que incluye esta sepultura en su tour, se comprometió a reforzar los efectivos de seguridad privada en el recinto tras más de un centenar de profanaciones en tumbas el año pasado.

Estado en el que ha quedado el panteón de la familia Coromina en el cementerio de Montjuïc CEDIDA

Tras la oleada de saqueos, como adelantó este, los Mossos d'Esquadra incluso sobrevolaron con drones equipados con cámaras térmicas la ciudad de los muertos para tratar de cazar a los saqueadores, que se habían llevado dientes de oro y otros objetos de valor de los difuntos. En este caso, afortunadamente, los ladrones no accedieron a los nichos de la familia Coromina. 

Falta de seguridad y conservación

Aun así, el propietario reclama a CBSA que blinde el cementerio y que ayude en la reconstrucción y conservación de estas obras. En su caso, denuncia que las raíces de uno de los árboles del camposanto han provocado filtraciones de agua en la cripta, que las vigas se están descarnando y que los corrimientos de tierra de la montaña han dejado a la vista los cimientos. “Las vigas, quebradas, no soportarán mucho más tiempo el peso del sarcófago y del ángel sin una restauración”, advierte, un desembolso que no puede asumir en solitario. 

De hecho, en 2015 unos vándalos ya rompieron las tres vidrieras y fue él quien tuvo que correr con el coste de la reconstrucción de los emplomados. “¡Fue un pastón!”, recuerda. Ahora, añade, no puede hacerse cargo de la limpieza de la fachada, de un coste elevadísimo. La opción más económica sería pulir la escultura con un chorro de arena, una técnica que dañaría el ángel. “El grado de sutileza de la escultura es espectacular”, sostiene. 

Detalle de las vidrieras del panteón de la familia Coromina en el cementerio de Montjuïc CEDIDA

Unos metros por debajo de la figura, sobre la doble escalinata, se erigía hasta hace dos semanas la barandilla de forja de un siglo y medio de historia. Ahora, la terraza está yerma. “Es irrecuperable, este trabajo ya no lo hace nadie”, lamenta el propietario, que asegura que, por el modo en el que fueron serrados los postes, todo apunta a “un encargo”.

La historia del panteón

El valor de este panteón, ubicado en una de las arterias del cementerio, en el número 33 de la avenida Oleguer, es incalculable. Esta obra de arte funeraria fue un encargo de Eduard Sevilla y Montoliu, un Capitán General de la Marina, al arquitecto Leandre Albareda, quien diseñó el cementerio de Montjuïc. De hecho, a escasos metros del ángel con el brazo levantado hacia el cielo se erige otra espectacular tumba, de estilo neoegipcio y culminada con un obelisco, en la que descansan los restos mortales del artífice de esta necrópolis. “Luce impecable”, resalta Sàenz i Coromina.

Antes de emprender un viaje a América, Montoliu se lo vendió al bisabuelo del ahora propietario, Lluís Coromina i Martorell, un industrial que amasó una pequeña fortuna con la empresa Coromina Industrial, dedicada a la importación de compuestos de carbono utilizados en la fabricación de las gaseosas y los refrescos. Así, el colosal sepulcro pasó de padres a hijos hasta llegar a Albert, cuya mayor preocupación ahora es su preservación. 

El ángel que corona el sepulcro de la familia Coromina CEDIDA

CBSA: "La seguridad es una prioridad"

Preguntados por los daños en el mausoleo, fuentes de Cementiris de Barcelona han trasladado a este medio que “la seguridad es una prioridad” en la gestión del fosal, que ocupa 56 hectáreas. “Desde el momento en el que tuvimos conocimiento de sobre la sustracción de un tramo del cierre embellecedor del panteón Coromina hemos estado en contacto con el afectado y hemos puesto las medidas pertinentes para esclarecer los hechos y evitar nuevas acciones”, aseguran. 

Además, añaden que la propia empresa municipal también presentó una denuncia ante la policía autonómica, a quien ya han entregado las grabaciones de las cámaras de seguridad. “Lamentamos mucho los hechos ocurridos” en el cementerio, en el que recuerdan que hay vigilantes de seguridad y cámaras las 24 horas del día.

Oleada de profanaciones

Este hecho se ha producido después de que CBSA acudiera el pasado verano a las autoridades tras detectar “un inusual movimiento en las losas de hormigón de algunos nichos antiguos, en su mayoría sin lápida”, como avanzó este medio en exclusiva. A partir de ese momento los Mossos d’Esquadra iniciaron una investigación y constataron que se habían consumado varios robos, aunque sin precisar el número concreto.

Lápidas del Cementerio de Montjuic, en Barcelona DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

A raíz de estos hechos, la empresa comunicó que había reforzado “los elementos de seguridad propios” y que, en paralelo, se había puesto en marcha un dispositivo conjunto con Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana. “Desde el mes de julio no se ha registrado ninguna apertura más”, sostienen desde el Ayuntamiento de Barcelona. En total, el año pasado resultaron afectados 162 nichos de las 175.000 sepulturas que hay en el Cementerio de Montjuïc.