Algunos de los libros hallados en la casa de los dos acusados por supremacismo blanco

Algunos de los libros hallados en la casa de los dos acusados por supremacismo blanco MOSSOS D'ESQUADRA

Vida

La Audiencia de Lleida alberga el primer juicio contra dos supremacistas en España

La fiscalía, que pide para ellos penas de prisión de hasta 11 años, los acusa de delitos de odio por incitar a "exterminar" a personas de colectivos vulnerables a través de las redes sociales

15 enero, 2024 18:17

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La Audiencia Provincial de Lleida albergará el próximo jueves el primer juicio contra dos supremacistas blancos en España. La fiscalía, que pide para ellos penas de hasta 11 años de cárcel, los acusa de delitos de odio, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. 

El Ministerio Fiscal acusa a Carlos A. y William R. de difundir mensajes de odio a través de las redes sociales en los que animaban a atentar contra personas inmigrantes, homosexuales o con discapacidad. 

Admiración por Tarrant y Breivik

Según ha avanzado El País, la fiscalía sostiene que llegaron a cultivar marihuana en una masía con el objetivo de sufragar, con los beneficios obtenidos de su venta, la formación de una “milicia”.

Según el escrito de acusación, entre 2018 y 2020 los acusados compartieron mensajes en redes sociales y foros de internet que denigraban a personas de colectivos vulnerables. En concreto, incitaban a “exterminar” a todos aquellos que no fuesen blancos, heterosexuales, europeos o que tuviesen alguna discapacidad.

Asimismo, en estos espacios de la web mostraron admiración por Brenton Tarrant, el terrorista australiano que el 15 de marzo de 2019 asesinó a 51 personas y dejó 50 heridos en dos mezquitas de Nueva Zelanda. También alabaron a Anders Breivik, el terrorista noruego que cometió la mayor matanza de la historia del país escandinavo en la isla de Utoya, disparando a sangre fría contra decenas de adolescentes de un campamento juvenil. En total, asesinó a 69. 

"Somos racistas"

William incluso redactó un manifiesto que tituló como Un proyecto de vida heroico en el que aseguraba que se produciría un “colapso” por la llegada de personas extranjeras y animaba a los usuarios a retirarse a zonas rurales para autoabastecerse, viviendo del tráfico de drogas, hasta que llegara el momento de pasar a la ofensiva y poder "revertir la situación". 

El manifiesto, sostiene la fiscalía, lo compartió en un canal de Telegram en el que llegó a tener 850 seguidores. A través de este medio animó a los simpatizantes de su misma ideología a crear una comunidad “similar a una milicia”. "Prepararnos para cualquier tipo de colapso del sistema o escenario que éste nos plantee, incluidas hipotéticas guerras raciales. Somos racistas", reconocía abiertamente en uno de los comentarios compartidos.

Compartieron postulados neonazis

Carlos, el otro acusado, también creó su propio canal de Telegram, en el que manifestó que las personas pertenecientes a colectivos vulnerables “merecían la pena más infame”. De hecho, hizo un llamamiento a aniquilarlos y amenazó con “morir matando” en defensa de su ideología radical.  

En su canal, que seguían 250 personas, también compartió postulados neonazis y manuales de fabricación de armas y explosivos.

Penas de hasta 11 años de cárcel

Tras entrar en contacto a través de internet, insiste el Ministerio Público, ambos crearon “un pequeño núcleo residencial” en una masía de la provincia de Lleida en la que cultivaron marihuana para financiar estos ataques. Por ese motivo, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil solicitaron que el caso fuese instruido por la Audiencia Nacional, el tribunal encargado de asumir los delitos de terrorismo, pero finalmente recaló en un Juzgado de Lleida al entenderse que no llegaron a perfilar ningún plan para materializar un atentado. 

En los registros policiales, además de marihuana y ketamina, se les incautaron armas para las que no tenían licencia, algunas de ellas catalogadas como prohibidas. Por todo ello la fiscalía pide para William seis años de cárcel por un delito de incitación al odio y otro contra la salud pública, mientras que para Carlos solicita 11 años de prisión por ser, además, el propietario de estas armas. Además, reclama una multa de 126.000 euros para cada uno de los dos acusados.