La Policía Nacional ha llamado a declarar a la comisaría de La Verneda de Barcelona a otro de los concejales del Ayuntamiento de Sitges tras el presunto escándalo de corrupción que salpica al consistorio desde junio, cuando varios ediles y la alcaldesa fueron detenidos.
Los agentes tomaron declaración el jueves a Ignasi Rubí (Fets per Sitges), actual regidor de Mantenimiento y Servicios de Playas, de Salud Pública, y de Bienestar y Derechos de los Animales, para determinar si hubo irregularidades en la adjudicación de contratos menores y subvenciones a la asociación Mesa del Tercer Sector Sitges-Garraf, fundada por el empresario Joan Carles N. F., alias el Texas. Rubí solo lleva tres meses en el cargo, aunque fue regidor en la oposición entre 2016 y 2022.
El Ayuntamiento de Sitges ha confirmado a este medio que, en el marco de la investigación, se está tomando declaración a varias personas del entorno del consistorio. Además, en las últimas horas, se ha sumado al grupo de investigados un técnico municipal. Asimismo, reiteran la voluntad del gobierno municipal de "transparencia y el respecto más absoluto al principio de presunción de inocencia".
40.000 euros anuales
Tras fracasar en varios negocios, el Texas fundó en 2014 la Asociación Taula del Tercer Sector Social de Sitges-Garraf, una entidad sin ánimo de lucro para ayudar a los desfavorecidos, que fue regada durante años con subvenciones del consistorio local.
Esta asociación, junto a la cooperativa Llocs Espais i Indrets 1918, que también gestionaba el investigado junto a su esposa, percibía anualmente entre 40.000 y 45.000 euros que debían ser destinados, en teoría, a financiar actividades de inclusión social con exconvictos y a atender a personas con necesidades económicas acuciantes.
Gafas, zapatos y tíquets del supermercado
Sin embargo, la investigación efectuada por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional sospecha que Joan Carles N. F. utilizó estos fondos para enriquecerse. Se basan en las facturas que entregó en el consistorio, que nada tenían que ver con el objetivo de la asociación.
Según avanzó este medio en exclusiva, el empresario y su familia colaron tíquets de artículos de alta gama como gafas de sol o zapatos hasta las compras en el supermercado e incluso las limas que usaban para hacerse la manicura. El roto a las arcas públicas superaría el medio millón de euros.
Ante la magnitud del escándalo, el Ayuntamiento de Sitges ha contratado a un experto en comunicación para intentar frenar la crisis reputacional que atraviesa. El servicio para restituir el buen nombre de la institución costará 10.500 euros a los contribuyentes.