Joan Carles N. F., alias el Texas, el empresario sobre el que pivota la presunta trama de corrupción que salpica al Ayuntamiento de Sitges, cargó durante cuatro años gastos personales al consistorio investigado. Tan personales, que se incluyen desde artículos de alta gama como gafas de sol o zapatos hasta las compras en el supermercado e incluso las limas que usaban para hacerse la manicura. El roto a las arcas públicas superaría el medio millón de euros.
Tras fracasar en varios negocios, el Texas fundó en 2014 la Asociación Taula del Tercer Sector Social de Sitges-Garraf, una entidad sin ánimo de lucro para ayudar a los desfavorecidos, que fue regada durante años con subvenciones del consistorio local. Esta asociación, junto a la cooperativa Llocs Espais i Indrets 1918, que también gestionaba el investigado junto a su esposa, percibía anualmente entre 40.000 y 45.000 euros que debían ser destinados, en teoría, a financiar actividades de inclusión social con exconvictos y a atender a personas con necesidades económicas acuciantes.
Sin embargo, la investigación efectuada por la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha aflorado que Joan Carles N. F. justificó estas subvenciones presentando facturas al consistorio que nada tenían que ver con el objetivo de la asociación. De hecho alertó de ello una interventora municipal tras fiscalizar el detalle de este gasto público.
Gafas, zapatos y alimentación
Entre las múltiples facturas que el Texas coló al consistorio, este medio ha podido comprobar que figuran, al menos, dos pares de gafas de lujo. En concreto, unas de la firma Giorgio Armani por valor de 780 euros adquiridas en una céntrica óptica de Sitges y otras con moldura de Chanel de 378,12 euros compradas en otro establecimiento cercano del municipio. En ambos casos, sostiene la policía, las compras efectuadas por el empresario y su familia “no se ajustan ni al fin de la asociación ni al objeto de la subvención” para ayudar a las personas necesitadas. También destaca la compra de seis pares de zapatos, de la marca Martinelli, por valor de 100 euros cada uno, a una empresa de Elche.
La familia de el Texas llegó a cargar al consistorio tíquets de supermercado. Entre estas compras, de tipo “doméstico o particular”, sostiene la policía, destacan toda suerte de artículos de alimentación, maquillaje e higiene personal, entre los que figuran champús, cera depilatoria, coleteros o limas de uñas que, en ningún caso, subrayan los investigadores, “parecen destinados a la alimentación de desfavorecidos”.
Un abogado avaló los pagos
Por si fuese poco, la entidad investigada subvencionada llegó a adquirir un coche de la marca Dacia que fue puesto poco después a nombre de la hija de el Texas. Asimismo, la asociación efectuó una donación al hijo del empresario para que pudiera emanciparse. También se investigan contratos menores que el Ayuntamiento de Sitges otorgó al empresario, relacionados con la limpieza de playas.
Después de que una interventora municipal pusiera el grito en el cielo al detectar “numerosas irregularidades en la justificación de subvenciones” a las actividades vinculadas al convenio entre el Ayuntamiento de Sitges y la Taula Tercer Sector Sitges-Garraf, el consistorio acudió a un abogado externo, Frederic L., con despacho en Barcelona, para que revisara estos pagos.
Llama la atención que el letrado concluyera que estaba “correctamente justificada la subvención a la Taula del Tercer Sector”, motivo por el que “dio por cerrado el expediente de justificación de la subvención” y, por ende, ordenó el gasto por parte de la alcaldía en junio de 2016.
¿Connivencia del consistorio?
La Policía Nacional considera que los órganos de control del Ayuntamiento de Sitges, que actuó “con cierta complicidad, acuerdo o connivencia”, permitieron que la conducta de el Texas se perpetuara durante años. No solo eso. Fuentes municipales añaden que para que los pagos se ejecutaran se requirió de la “colaboración necesaria” de los técnicos y de los políticos, que en las pertinentes votaciones nunca se posicionaron en contra.
Las fuentes jurídicas consultadas señalan que es innegable que por parte del consistorio hubo, cuando menos, una “dejación de funciones”.
Por todos estos hechos el pasado junio la Policía Nacional detuvo a Joan Carles N. F. y a su mujer, M. M. P., junto a junto a otras nueve personas a las que atribuyen delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental. Entre los arrestados destacan la actual alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell (ERC), el edil Jaume Monasterio, el secretario del ayuntamiento Òscar Buxeres y otros técnicos y exconcejales entre 2017 y 2022, si bien todos ellos quedaron en libertad tras declarar en dependencias policiales a la espera de que el caso se dirima en los tribunales.