Madrid invierte un 9% más en sanidad que Cataluña tras 13 años de ajustes

La Comunidad de Madrid ha recuperado mucho mejor que Cataluña el presupuesto en salud tras la crisis económica de 2010, que obligó a las administraciones a recortar gasto, también en sanidad. La región capitalina destina ahora nueve puntos más de su presupuesto que Cataluña en esta materia. 

Es lo que se desprende del último informe de la Asociación Estatal de Directivos y Gestores en Servicios Sociales, que concluye que el Govern no solo no ha recuperado todo lo recortado por los Ejecutivos de CiU desde 2010, sino que ha dejado el territorio muy por detrás de la región que gobierna Isabel Díaz Ayuso (PP) en muchos aspectos. 

Menos gasto total en salud

Uno de los datos más reveladores es que la Generalitat destina un 23,8% de su presupuesto al sistema asistencial, por un 32,4% la Comunidad de Madrid. La diferencia es de casi nueve puntos: 8,6. 

Casualidad o no, este diferencial entre los dos territorios con población similar (6,9 millones de habitantes la autonomía central frente a 7,9 millones la mediterránea) se produce después de grandes diferencias entre evolución del gasto entre 2009 y 2022, último año disponible. El presupuesto en sanidad en la Comunidad de Madrid ha crecido un 5,7% en los últimos 13 años, mientras que en Cataluña se ha contraído un 12,22%. 

Más incremento en gasto social

De hecho, si comparamos los dos territorios, la región capitalina ha aumentado el gasto social global -incluyendo el sanitario, pero también educación y servicios sociales- un 14,70%, por apenas un 4,68% Cataluña. El global nacional ha avanzado un 19,2%. 

En cifras redondas, se trata de 2,076,30 millones de euros más en Madrid en 13 años, por apenas 969,40 millones extra en Cataluña. En toda España, se presupuestaron 22.221,70 millones adicionales entre 2009 y 2013. 

2.000 millones más en salud en Madrid

Si algún dato es relevante, no obstante, es el diferencial presupuestario entre las dos comunidades más desarrolladas y pobladas. Partiendo de una base cero, en los últimos 13 años, Madrid ha añadido 457,40 millones de euros a su presupuesto sanitario. Pero es que Cataluña ha perdido 1.478,70 millones durante el mismo periodo. Jamás se han recuperado. 

Ello ha provocado que la autonomía central se queda casi igual en presupuesto sanitario por habitante: -11,16 euros en 13 años. En Cataluña el dato es mucho más sangrante: si el gasto sanitario se divide entre todos los ciudadanos, cada uno de ellos ha perdido 266,15 euros. La media nacional es de 145,99 euros de más. 

"En Cataluña no hay voluntad política"

Preguntado por estas cifras, Andrés Rueda, presidente de la Asociación Profesional Catalana de Directores de Centros de Atención a la Dependencia (Ascad), que representa a los autores del estudio en Cataluña, ha lamentado que el Govern no tenga voluntad política de invertir en políticas sociales". Rueda ha criticado que los distintos Ejecutivos nacionalistas "no hayan recuperado el gasto social desde el llamado procés". 

Una auxiliar de geriatría en una residencia de mayores en Cataluña Cedida

El directivo y gerente de residencias de ancianos constata que la región "está en el vagón de cola tanto sanitario como social". La autonomía no avanza posiciones "porque no hay voluntad política de los políticos". En su campo, la atención a la dependencia de las personas mayores, "ésta ha caído de la agenda política: interesan otras cosas". 

Marea Blanca: "No se han revertido los recortes"

Por su parte, el portavoz de Marea Blanca, Toni Barbarà, ha subrayado que "tal y como veníamos denunciando, los recortes en salud en Cataluña no se han revertido, por mucho que digan algunos". El también facultativo enfatiza que el territorio "está en el furgón de cola de la inversión social nacional, que ya es baja comparada con los países del entorno". Barbarà recuerda que la Asociación de Directivos "es una fuente fiable", y que los datos "son los que proporcionan las propias administraciones". 

En este escenario, el médico se pregunta "por qué los catalanes están soportando el ajuste en sanidad con una resignación inexplicable", cuando ello "se traduce en listas de espera largas y en el cuasi desmantelamiento de la atención primaria".