Los niños y adolescentes españoles pasan diariamente más de tres horas frente a pantallas, ya sea móvil, tableta, ordenador o televisión, según datos de la Fundación Gasol. En esta generación, considerada nativa digital, el 22% tiene móvil con menos de 10 años, porcentaje que aumenta hasta el 91% entre los 12 y los 18 años. Sin embargo, tal acceso a las tecnologías no ha logrado que los jóvenes se interesen por éstas de forma profesional. Así lo ponen de manifiesto los datos: faltan profesionales STEM -es el acrónimo en inglés que hace referencia a Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)- que cubran las profesiones del presente y del futuro.
Estos datos se agravan especialmente entre el sector femenino: las mujeres representan sólo el 35% de aquellos que cursan estudios de enseñanza superior en STEM. Ante estos datos, surgen iniciativas educativas con el objetivo de acercar la tecnología a niños y jóvenes y fomentar un uso positivo de las pantallas.
Desarrollo de soft skills
Es el caso del IMMUNE Technology Institute, que ha puesto en marcha Young Immuners, un programa extraescolar que está enfocado a acercar a los más jóvenes el mundo de la tecnología y en el que estos tienen la oportunidad de adentrarse en campos más amplios como la robótica, el diseño en 3D, la programación y la creación de páginas web. Además de las competencias técnicas, los alumnos desarrollan sus soft skills -habilidades blandas como el autoaprendizaje, la innovación, la competitividad, el pensamiento estratégico, la creatividad y resolución de problemas- a través del trabajo en equipo y la comunicación. “El objetivo es obtener una visión amplia de la tecnología y desarrollar las habilidades necesarias en este ámbito, que no solo los enriquecen en su etapa educativa, sino que también les brindan valiosos recursos para garantizar su éxito en su vida tanto personal como profesional” señala Alan Gómez, psicopedagogo y responsable de admisiones de este programa en IMMUNE Technology Institute.
Pese a ser, como hemos dicho, una generación nativa digital, esto no significa que estos estudiantes estén completamente adaptados a la tecnología. “Al contrario de lo que podríamos pensar, necesitan un mayor acercamiento a ella, ya que es esencial que la conozcan desde un punto de vista responsable y hagan un uso adecuado de la misma con un propósito positivo”, defiende Gómez.
Canalizar de forma productiva el interés de los jóvenes en la tecnología
Las actividades tecnológicas extraescolares como la programación, la creación de contenido digital y la alfabetización mediática, pueden provocar en el estudiante el desarrollo de habilidades que puedan canalizar de manera productiva el interés de los adolescentes en la tecnología y guiarlos en su utilización de manera creativa y constructiva. La participación en estos programas, explican desde el IMMUNE Technology Institute, debe verse como una oportunidad para que los más jóvenes “aprendan a tomar decisiones informadas sobre su tiempo y actividad online, así como a generar una mayor conciencia de los efectos negativos que ésta puede tener”.
Para Eukene Llorente, psicóloga sanitaria y psicopedagoga con centro propio en Vitoria, Pinpilinpauxa Gunea, es muy importante tener en cuenta el uso que se haga en casa de la tecnología antes de decidirnos por una extraescolar tecnológica. “Si el uso en casa es muy intenso, ir a una extraescolar así puede acrecentarlo”. En esos casos, esta psicóloga, experta en adicciones, recomienda actividades extracurriculares relacionadas con el ejercicio físico o con la creatividad.
En caso de que el uso de tecnología en casa sea óptimo o moderado, estas actividades, considera Llorente, sí serían una buena opción, aunque -recalca- “si luego llegan a casa y se enganchan dos horas al móvil/tablet, estaremos haciéndonos trampas al solitario y creando o acrecentando un problema”.
El sector STEM, el que más trabajo generará en los próximos años
Teniendo en cuenta el tiempo que pasan los jóvenes expuestos a pantallas o usando tecnología, sorprende que una de las grandes asignaturas del sector tecnológico sea la generación de vocaciones desde edades tempranas. Diferentes estudios aseguran que la brecha tecnológica podría aumentar si las adolescentes y jóvenes siguen sin formarse en el sector, que será uno de los que más cantidad de puestos de trabajo genere en los próximos años. “La falta de interés en carreras del ámbito STEM puede provocar serios problemas laborales si el sistema educativo no es capaz de generar suficientes titulados en el sector”, advierte Alan Gómez.
Eso sí, este tipo de extraescolares no son aptas para todas las edades. El programa Young Immuners comprende desde los 10 a los 18 años y se trabaja con un plan de estudios diseñado y adaptado para cada nivel. “Es fundamental considerar los intereses y las metas individuales de los estudiantes al seleccionar actividades extracurriculares relacionadas con la tecnología”, concluye Gómez.