Existe dentro del campo de los cuidados paliativos en España la tesis de que si la sanidad pública pusiera a disposición de todos los ciudadanos un servicio de paliativos de máxima calidad, se reducirían las peticiones de eutanasia. De hecho, son muchos los especialistas que afirman que este tipo de tratamientos son “el antídoto contra la eutanasia”. Consideran que si se tratasen los síntomas, se ofreciese un soporte emocional y se brindase una asistencia "social y espiritual" durante el proceso final de la vida, las solicitudes serían muy poco frecuentes.
Sin embargo, defensores de la eutanasia y otros expertos recuerdan que la experiencia desmiente esta visión y defienden que ambas opciones son complementarias y en ningún caso excluyentes. “Hay personas que rechazan desde el principio recibir cuidados paliativos y piden directamente la ayuda a morir. También hay un porcentaje elevado de pacientes que estaban en paliativos y que acaban solicitando la eutanasia”, explica Cristina Vallès, presidenta de la organización Derecho a Morir Dignamente de Cataluña.
Morir sin sufrimiento
“Los cuidados paliativos son muy necesarios, pero no todas las personas quieren acabar su vida así. Hay gente que prefiere morir de manera rápida y sin sufrimiento cuando todavía son conscientes y pueden despedirse bien de su familia”, apunta Vallès. Insiste en que ni los mejores cuidados paliativos pueden eliminar completamente el sufrimiento, ni siquiera el dolor físico: “Es importante recordar que la mayoría de gente que solicita la eutanasia estaba antes en paliativos”.
Con todo, asegura que, en una sociedad democrática, “cualquiera debe tener la libertad para decidir cómo quiere vivir el proceso final de su enfermedad”, así como escoger cuándo desean ser cuidados o si prefieren no prolongar un final que, con paliativos o sin, es inevitable.
Eutanasia y paliativos en otros países
La asociación aporta a su discurso cifras de otros territorios como Bélgica u Oregón (Estados Unidos), donde el 72% y el 90% de los pacientes que solicitaron la eutanasia estaban recibiendo cuidados paliativos “de la máxima calidad”. Algo que, según la presidenta, desmiente la teoría de aquellos que consideren que unos buenos tratamientos paliativos podrían acabar con las peticiones de suicidio asistido.
Además, apunta que en países como Bélgica o Canadá, tras el desarrollo de las leyes de eutanasia, las asociaciones de cuidados paliativos ya han "abandonado el discurso contra la eutanasia" y consideran hoy que eutanasia y cuidados paliativos son complementarios.
Cataluña, comunidad líder en eutanasias
Tras años de reivindicaciones de entidades y familias, el 25 de junio de 2021 entró en vigor la ley que regula la eutanasia en España. Dos años después, Cataluña se encuentra entre las comunidades autónomas con más peticiones para recibir la prestación de ayuda a morir. En 2022, según los últimos datos publicados por el Departamento de Salud, un total de 175 catalanes solicitaron la eutanasia y 91 de ellos la recibieron
Mientras que el despliegue de la ley está funcionando "de forma correcta" en comunidades como Cataluña, Navarra y el País Vasco, desde la asociación denuncian que otros gobiernos autonómicos no están facilitando que se pueda ejercer. Aseguran que acabar con la desigualdad territorial es una "cuestión de voluntad política". "Nos llegan casos tremendos de personas a las que les han denegado el derecho y que se han acabado suicidando", lamenta Vallès.
Piden una ley nacional de cuidados paliativos
Lo mismo ocurre con los cuidados paliativos, explica. "En Cataluña tenemos la suerte de que este servicio se ha desarrollado muy bien, pero no todas las comunidades autónomas lo tienen establecido". De hecho, son muchos los expertos que llevan tiempo manifestando la necesidad de promulgar una ley nacional que garantice el acceso equitativo y homogéneo en la atención al final de la vida en todo el país. Entre ellos se encuentra la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), que considera que en los últimos años, el desarrollo de esta disciplina ha sido "lento, incompleto", y ha generado muchas desigualdades entre los ciudadanos españoles.
"Ahora que se garantiza por ley el derecho a la eutanasia, ¿qué hacemos con las miles de personas que sí necesitan y quieren cuidados paliativos, pero no los reciben? Asegurar que así sea también es garantizar un final de vida digno", sentencian desde SECPAL.