Como viene siendo habitual en las jornadas con más tráfico, la AP-7 ha vuelto a colapsarse este sábado a primera hora de la mañana. La principal autopista catalana ha registrado colas kilómetricas en varios puntos de su recorrido coincidiendo con la salida de muchos veraneantes hacia el litoral.
Según ha informado Trànsit en sus redes sociales, hacia las diez de la mañana se han acumulado 12 kilómetros de retenciones entre Castellbisbal y Gelida en sentido sur (Tarragona). También había cinco kilómetros de colas entre Sant Cugat del Vallès y Castellbisbal, y también entre Gelida y Subirats.
Una vía colapsada
El levantamiento de los peajes en el verano de 2021 ha propiciado un aumento del tráfico rodado en la infraestructura. De resultas de esta sobrecarga de vehículos la vía de alta capacidad ha terminado saturándose.
Pese a los parches de la Generalitat para descongestionar la AP-7, las jornadas con más movimiento, como las operaciones salida y regreso y los fines de semana, están asociadas ya a atascos en la autopista.
Aumento de los siniestros
La falta de agentes de los Mossos d'Esquadra para regular el tráfico, sumado al aumento de vehículos y la recuperación del turismo, explican esta coyuntura que ha convertido la arteria de movilidad en una ratonera.
Con una consecuencia fatal: el aumento de los siniestros mortales en el asfalto. En 2022, la AP-7 concentró aproximadamente el 20% de muertes en la red interurbana de Cataluña. Ayer mismo, la infraestructura registró un choque entre un camión y un autocar en el que resultaron heridos leves cinco niños y un monitor.