Solo el 44,5% de la población española tiene un acceso real a la libre elección sanitaria, según el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada (ICGEA), que denuncia la disparidad territorial existente treinta años después de que el Sistema Nacional de Salud (SNS) marcara las directrices para que ese derecho fuera una realidad a implantar en todo el territorio español.
La sanidad es una competencia descentralizada y, a pesar de que existen una serie de pautas generales establecidas desde el Gobierno, cada comunidad autónoma tiene capacidad para gestionar y organizar su propio sistema, lo que implica tomar decisiones sobre la planificación, la financiación y la provisión de servicios sanitarios en su territorio.
Avances insuficientes
“De los más de 47 millones de habitantes que tiene España, tan solo poco más de un 44% cuenta con un acceso real a la libre elección, lo que evidencia que aún hay que dar varios pasos al frente para que se termine de implantar con éxito en el conjunto de la geografía española. Apenas se han producido avances en el último lustro”, señala ICGEA.
En 1986, de acuerdo con el principio de descentralización territorial, se iniciaba el traspaso de competencias en materia de asistencia sanitaria de la Seguridad Social a las autonomías. Un proceso que culminó en 2001 y que en estos veintidós años no ha hecho más que provocar disparidades como que, entre otros asuntos, la libre elección no se haya materializado de forma equilibrada en España, manteniéndose diferentes grados de implantación según la región.
Regiones rezagadas
En 2017, el ICGEA publicaba un análisis en el que advertía que más de la mitad de los españoles no tenían, por entonces, un acceso real a la libre elección sanitaria. Seis años después, en 2023, la cifra se mantiene.
“Se han producido tímidos avances en algunas comunidades autónomas, aún existen regiones rezagadas que apenas han dado pasos. La sanidad regional tiene como reto continuar dando pasos al frente y actualizarse de forma continua para que los pacientes reciban una mejor atención. En Andalucía, Castilla-La Mancha, La Rioja, Navarra, País Vasco y, de forma especialmente destacada Madrid, comunidades que representan ese 44% de la población, sigue existiendo una libertad real a la hora de elegir hospital y médico de atención primaria y especialista.
Ventajas
Sin embargo, aún encontramos otras, como Murcia o Extremadura, cuyos ciudadanos aun hoy, no están disfrutando de este derecho”. Así lo determina el ICGEA en la II Parte de su análisis Libertad de elección en materia sanitaria en España, donde aborda la evolución que ha experimentado la libre elección en estos años.
La entidad señala que, en líneas generales, la mayor parte de los gestores sanitarios coinciden en que la libre elección es positiva porque afianza la relación médico-paciente y permite evolucionar también hacia una atención sanitaria más personalizada,