Un hombre camina bajo fuertes lluvias / Pedro Puente Hoyos (EFE)

Un hombre camina bajo fuertes lluvias / Pedro Puente Hoyos (EFE)

Vida

Tiempo inestable y temperaturas de hasta 34 grados este martes en Cataluña

A partir del mediodía está previsto que vuelvan las tormentas en las comarcas de Girona, Barcelona y Lleida

4 julio, 2023 07:30

Cataluña amanece con un tiempo inestable tras una nueva jornada de lluvias que dejaron una treintena de litros por metro cuadrado algunos puntos del territorio. La mañana de este martes 4 de julio será tranquila, con cielos soleados o parcialmente nublados en todo el territorio.

A partir del mediodía está previsto que vuelvan las tormentas en las comarcas de Girona, Barcelona y Lleida. Durante las horas centrales de la tarde lloverá con intensidad y es probable que las precipitaciones vengan acompañadas de granizo o piedra en la zona norte.

El calor da un respiro 

En general, el calor dará un respiro, con temperaturas que permitirán el descanso nocturno, aunque en la costa seguirá notándose la humedad. Las máximas serán a las de este lunes o un poco más bajas, con valores de hasta 34 grados en la plana de Lleida.

Las lluvias llegarán a partir de la tarde

Las lluvias llegarán a partir de la tarde METEOCAT

Las temperaturas volverán a subir de cara al fin de semana. Se espera que el calor se intensifique de manera generalizada con temperaturas que alcanzarán los 40 grados en algunos puntos del interior.

Sube el nivel del agua en los embalses

Los pronósticos apuntan a que julio también traerá más tormentas de lo habitual. Una buena noticia para los embalses que ya se sitúan al 30% de su capacidad. Las lluvias de mayo y junio han permitido retrasar hasta octubre la entrada en situación de emergencia por la sequía, según apunto la semana pasada el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes.

Las intensas lluvias que cayeron la semana pasada dejaron inundaciones y destrozos en algunos puntos del interior de Cataluña. Una de las zonas más afectadas fue la Cataluña central. El caso más extremo fue el de Castellgalí, donde tuvieron que cortar la carretera C-55 y desviar el tráfico hacia su polígono industrial.