Siguen creciendo las desigualdades educativas. Los alumnos que han cursado bachillerato en centros privados y concertados de Cataluña llegan a la selectividad con las notas hinchadas. Así lo confirma el último estudio del Observatorio del Sistema Universitario, que compara las calificaciones de esta etapa educativa con las de la fase general de las pruebas de acceso a la universidad (PAU).
Los datos ponen de manifiesto una tendencia general: que los estudiantes obtienen mejores notas en el bachillerato que en la fase general de la selectividad. La media del primero es de 7,7, mientras que del segundo es de 6,8.
Más sobresalientes en la privada
En cuanto a la titularidad de los centros, en los públicos se dan porcentajes mayores de notas de bachillerato aprobadas más bajas. En cambio, los privados presentan proporciones significativamente mayores de notas de bachillerato muy altas --entre 9 y 10--, lo que tiene un efecto sobre la posibilidad de acceso a las carreras más demandadas.
Las diferencias entre comunidades autónomas también son relevantes. No obstante, en todas los porcentajes de estudiantes con nota de bachillerato sobresaliente son superiores en los centros privados --concertados o no-- que en los públicos. Con la excepción de Cataluña, donde la mayor proporción de sobresalientes se da en los privados concertados.
Facilidades para las personas con más recursos
Así pues, este estudio realizado por Vera Sacristán evidencia “un problema de iniquidad en el acceso a la universidad”. Particularmente en la admisión a carreras con alta demanda. Y es que, según los datos, los estudiantes de la privada y concertada tienen más posibilidades de acceder al grado deseado pese a que su nota ha sido hinchada y pese a que, en la selectividad, no se han reflejado esos aprendizajes.
Cabe recordar que, para acceder a la universidad, la nota de bachillerato pesa un 60% y la de la fase general, un 40%. Por tanto, la lógica apunta a que los alumnos con una mayor nota en bachillerato, tienen más opciones de acceder a la carrera, dejando por detrás a los de la pública, que no se han beneficiado.
Equidad en el acceso universitario
Para Sacristán, el estudio deduce la necesidad de actuar para introducir mayores niveles de equidad en el acceso universitario. En primer lugar, una “transparencia absoluta” en cuanto a las notas del bachillerato. También propone aplicar criterios de corrección de la selectividad “más homogéneos y coordinados” entre comunidades autónomas, cosa que “debería ser relativamente fácil al tratarse de pruebas reguladas por una normativa estatal.
Finalmente, la medida más efectiva consistiría “en dar más peso a la nota de la fase general de las PAU que a la de bachillerato en la nota de acceso”. Dado que en la selectividad son pruebas anónimas, objetivas y reguladas con criterios de corrección pautados, “sus resultados son más equitativos y, por lo tanto, su peso en la nota de acceso debería ser más relevante”, espeta.
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