Barcelona tiene un nuevo parque infantil en el barrio de la Bordeta. Se trata de una zona de juegos de 1.000 metros cuadrados llamada Can Batlló y que cuenta con varios toboganes para grandes y pequeños. Sin embargo, el material de los columpios deja mucho que desear. Y es que los toboganes --el más alto cuenta con 11 metros de altura-- son metálicos, un material que en verano puede alcanzar altas temperaturas.
Esta ha sido, precisamente, la principal queja que le han hecho llegar los padres a la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz. "¿Nadie ha pensado que en verano se asará todo el mundo?", se preguntaban los usuarios en las redes sociales, donde se ha desatado la polémica.
Toldos durante el verano
Como respuesta, Sanz ha asegurado que en junio “se instalarán lonas para hacer sombra durante todo el verano. Estamos buscando nuevos materiales que calienten menos, pero de momento no los hemos encontrado”, asegura.
Unas palabras que critican las familias, que lamentan que el Ayuntamiento de Barcelona empiece la casa por el tejado. Y es que la construcción de un parque accesible es una buena noticia, pero no sirve de nada si no se puede utilizar bien.
Inauguración en plena campaña
La oposición tampoco ha tardado en criticar este parque infantil: "Toboganes metálicos que provocarán quemaduras a los niños que los usen", expresa el portavoz de Junts en el consistorio, Jordi Martí.
Además, cuestionan la legalidad de la inauguración de esta zona de juegos, que se hace a pocos días de que se celebren las elecciones municipales del 28 de mayo.
Un parque inclusivo
Según ha apuntado el consistorio en un comunicado, el espacio cuenta también con camas elásticas, balancines, un giratorio individual y uno colaborativo con acceso para sillas de ruedas, topografías y ondulaciones en el pavimento para correr, rodar y hacer equilibrios, y también columpios que cuelgan de la antigua estructura de del bloque.
El pavimento del área de juego es de caucho, para garantizar la seguridad en riesgo de caída y la accesibilidad, y de arena. Pero esta seguridad no se garantiza con el metal de los toboganes, que se convertirán en hornos durante el verano.
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