El nuevo plan del Departamento de Salud de Cataluña para hacer frente a la falta de radiólogos en los ambulatorios de Barcelona consiste en reciclar a médicos de familia, un movimiento que ha generado dudas y malestar entre los profesionales del sector. Denuncian que las medidas adoptadas para paliar esta situación afectarán de forma negativa no solo a los trabajadores, sino también a los usuarios de la atención primaria en la capital catalana.
Una de las medidas planteadas por la consejería que pilota Manel Balcells consiste en formar a los médicos de familia para que sean ellos quienes suplan el déficit de radiólogos, explican a este medio desde el Fòrum Català d'Atenció Primària (FoCAP), que consideran "osado" asumir la competencia de los especialistas en radiología teniendo en cuenta que se trata de una especialidad MIR con cuatro años de formación específica.
Empeora la calidad del diagnóstico
"Los médicos de familia tenemos unos conocimientos básicos, pero no somos especialistas en radiología", señala la portavoz de la organización, Meritxell Sánchez-Amat. Asegura además que realizar una lectura correcta de las pruebas y el informe de una radiografía requiere un tiempo que "difícilmente" podrán asumir en el contexto de saturación y falta de personal en el que se encuentra la atención primaria. "Todo ello empeora la calidad de la lectura de las pruebas", lamenta.
Por otro lado, recuerda que cubrir las vacantes de estos especialistas con médicos de familia supone la pérdida de profesionales de los equipos de atención primaria, "ya estropeados en los últimos años, entre otros motivos por las grandes dificultades que tienen para cubrir períodos de ausencia (vacaciones, bajas laborales, excedencias, reducciones de jornadas, etcétera)".
Demora para el paciente
Otra de las medidas que presenta el nuevo plan es que las radiografías solicitadas desde los ambulatorios solo irán acompañadas de un informe diagnóstico en caso de ser urgentes, de tórax o pediátricas. En cualquier otro caso, si el médico necesita el informe, deberá realizar una petición a los servicios de radiodiagnóstico.
Todo ello "con la demora y el coste que tiene esta nueva derivación para el paciente y el CAP", asegura Sánchez-Amat, que hace un llamamiento a reflexionar sobre la cantidad de pruebas diagnósticas que se llevan a cabo en el sistema sanitario sin ser todas estrictamente necesarias, especialmente en el sector privado.
"Asumir más tareas con menos recursos"
Así, FoCAP critica que "siempre" sean los trabajadores de la atención primaria quienes tengan que asumir la falta de profesionales de otros servicios y especialidades y denuncia que el nuevo plan obliga a los médicos de familia a "asumir más tareas con menos recursos".
Aun así, reclama al Instituto Catalán de la Salud (ICS) que reordene el global de sus servicios de radiología para garantizar que se mantengan las competencias de cada uno de sus servicios médicos. Pero, sobre todo, pide que las medidas que se adopten sean consensuadas con los profesionales implicados y que no se tomen de forma unilateral por la dirección.
La atención primaria, abandonada
Los trabajadores de los ambulatorios catalanes llevan tiempo reclamando que se otorgue mayor importancia a la atención primaria dentro del sistema de salud público. Consideran que el incremento de las necesidades sanitarias de la población no se ha visto acompañado de un aumento de inversión en este nivel asistencial, que ha sido "el más perjudicado en los últimos años".
Reclaman que, tal y como recomiendan la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas, un 25% de los presupuestos de salud vayan a la atención primaria. De todos modos, las cuentas de este año destinan solo el 17,9% del gasto en salud a los ambulatorios, incumpliendo así la sugerencia de los organismos internacionales y uno de los principales reclamos del sector desde hace años.