La ilustradora y escritora Paula Bonet, cuyo acosador ha sido absuelto nuevamente por la juez, al considerarlo maníaco erótico / EUROPA PRESS

La ilustradora y escritora Paula Bonet, cuyo acosador ha sido absuelto nuevamente por la juez, al considerarlo "maníaco erótico" / EUROPA PRESS

Vida

La jueza absuelve al acosador de Paula Bonet por "maníaco erótico"

La magistrada lo exime de los delitos de acoso, amenazas y quebrantamiento de condena y ordena que siga en tratamiento psiquiátrico durante un máximo de cuatro años

26 abril, 2023 13:43

La jueza la titular del juzgado de lo penal número 10 de Barcelona ha absuelto nuevamente a Víctor G. T, acosador de la escritora y artista Paula Bonet, tras considerar probado que padece un trastorno erótico maníaco, por lo que no tiene responsabilidad penal.

La magistrada encargada del caso, ha ordenado que el acusado siga en tratamiento psiquiátrico durante un máximo de cuatro años, por lo que lo exime de los delitos de acoso, amenazas y quebrantamiento de condena, al aplicarle la eximente de alteración psíquica, pero le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante 10 años.

Una enfermedad cuestionada

Esta nueva sentencia llega después de que la Audiencia de Barcelona anulara su primer fallo, al entender que no estaban debidamente argumentadas las eximentes de alteración psíquica que le había aplicado inicialmente por el trastorno "erótico-maníaco" que estimó sufre el acosador de Paula Bonet, pese a que los forenses declararon que no padecía ninguna enfermedad de esta índole, por lo que recurrieron, tanto la defensa de la escritora, como la fiscalía.

En su primera sentencia, de julio de 2020, la jueza ordenaba el internamiento psiquiátrico del procesado durante un máximo de tres años y tres meses, tras dar por probado el hostigamiento al que sometió a la artista, presentándose repetidamente en su lugar de trabajo, y persiguiéndola en presentaciones y actos públicos. No obstante, también consideró que el acusado sufre un trastorno "erótico-maníaco" -lo que su defensa, ejercida por el letrado Sergi Mercè, trató de acreditar mediante una pericial psicológica- y que ello "condicionaba por completo su voluntad", por lo que debe ser controlado mediante tratamiento y medicación.