La operación para salvar las especies de peces autóctonas del río Onyar, en Girona, y trasladarlas al río Ter arrancará la semana que viene. La actuación empleará un sistema de pesca para electrocutar y aturdir a los peces y poderlos seleccionar una vez queden flotando en el agua.
El objetivo es que estos peces no mueran por la falta de agua en el río a causa de la grave situación de sequía en Cataluña, tal como ha detallado el Ayuntamiento de la capital de provincia catalana.
La carpa, una especie exótica invasora
Según ha explicado el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat al Diari de Tarragona, en el operativo se salvarán tanto las especies autóctonas como los barbos, otra especie muy presente en el Onyar.
No obstante, aunque existen muchos ejemplares de carpas en el agua desde hace décadas, estas serán sacrificadas una vez sean capturadas, ya que se encuentran en el listado de especies exóticas invasoras. Esto garantizará el cumplimiento de la Ley 42/2007, del 13 de diciembre, que hace referencia al Patrimonio Natural y la Biodiversidad.
60 toneladas de peces en el pantano de Sau
Las autoridades están llevando a cabo acciones similares en el pantano de Sau, en la comarca de Osona, para garantizar la calidad del agua del embalse. Tal como explicó El Periódico, se trata de una tarea que están realizando pescadores de la cofradía de Blanes y de Arenys de Mar. En total, se prevé que se acaben retirando unas 60 toneladas de peces, entre los que se encuentran siluros, rutilos, carpines, alburnos y luciopercas.
La actuación provocó reacciones negativas a grupos como la Agrupación de Pescadores de Manresa y la de Monistrol de Montserrat. La segunda entidad, por ejemplo, se preguntó "¿dónde están los ecologistas?". Sin embargo, la Agencia Catalana del Agua (ACA) ya ha reiterado en varias ocasiones que la alternativa para los peces que acabarán sacrificados es la muerte por falta de agua.