El timonel del barco ruso que mató a dos marineros en Barcelona acepta dos años de prisión
El mercante que pilotaba, de 140 metros de eslora, arrolló a un pequeño pesquero en el que viajaban cuatro personas
28 marzo, 2023 14:05El timonel del barco ruso que en 2017 embistió a un pesquero en el puerto de Barcelona causando la muerte de dos de los marineros ha aceptado este martes dos años de prisión como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave. El autor de los hechos ha reconocido que cometió una negligencia y ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la fiscalía, que ha rebajado la petición inicial de cuatro años de cárcel que solicitaba inicialmente hasta los dos. Además, el condenado no podrá pilotar barcos en aguas españolas durante los próximos tres años.
Los hechos se remontan al 20 de marzo de 2017 cuando el mercante ruso Midvolga, de 140 metros de eslora y de más de 5.000 toneladas de peso, abandonaba el puerto de Barcelona. Sobre las 15.00 el navío ruso chocó con el Fairell, un pesquero español de 25 metros de eslora y 35 toneladas, que se encontraba entrando al puerto de la Ciudad Condal.
El barco ruso hizo "un cálculo deficiente"
En el Fairell viajaban cuatro personas: el patrón y tres marineros, dos de los cuales cayeron al agua por el impacto y murieron ahogados bajo el casco del navío ruso.
La fiscalía sostiene que la culpa de esta fatal colisión fue del timonel del navío ruso, que efectuó un “cálculo deficiente” al interponerse en la trayectoria del pesquero, que además tenía preferencia de paso por ser este quien regresaba al puerto. Además, el ministerio público sostiene que el mercante ruso no viró para evitar el golpe y que avisó demasiado tarde al otro barco, imposibilitando que evitaran el impacto.
El patrón del pesquero, también condenado
Durante el juicio el patrón del pesquero --al que el fiscal no acusaba inicialmente pero sí la acusación particular-- ha aceptado una multa de 450 euros por el delito de homicidio por imprudencia menos grave.
El patrón del pesquero ha asumido que aunque él no cometió ninguna imprudencia y tenía preferencia de paso no estuvo lo suficientemente atento a las señales acústicas y oculares, por lo que no reaccionó con la celeridad requerida para evitar el impacto en el que murieron dos de los marineros de su nave.