Tres hermanos vendidos al nacer contactan tras años de búsqueda

Crónica Global localizó cuatro meses después a Hazael, uno de sus hermanos biológicos. Ahora, una mujer confirma con las pruebas de ADN ser al 100% hermana de ambos.

Salva y Hazael, los dos hermanos vendidos al nacer

Lo descubrió casi por casualidad, cuando decidió ir a buscar su partida de nacimiento para contraer matrimonio. De repente, Salvador confirmó algo que alguna vez había sospechado: era un niño adoptado. Lo que no imaginaba es que la suya no había sido una adopción normal, sino una operación más de "una red que se dedicaba a vender bebés entre Barcelona y Palma de Mallorca".

Década de los 90

A raíz del testimonio de Salvador, y después de analizar toda la documentación aportada por el hombre a este medio, Crónica Global empezó a investigar sobre sus orígenes, y a desandar los pasos que un día dio María Rosa Santos, presuntamente acompañada de unas religiosas y una familia adinerada de Barcelona. 

La mujer había dado una entrevista a una conocida revista del corazón durante esos años, admitiendo --hasta aquel momento-- haber tenido diez hijos. "Todos ellos nacieron entre Barcelona y Palma de Mallorca y, la mayoría, fueron entregados", contó a la revista. “¿No hay personas que donan un órgano a quien pueda necesitarlo? Pues yo estoy dispuesta a dar un bebé a quienes no puedan tenerlo”. Esas fueron las declaraciones de la madre biológica de Salvador, alguien que aseguraba llevar 19 años siendo “madre de alquiler”. Sin embargo, lejos del "altruismo" que vendía la mujer en su relato, tras esas entregas había "engaños, dinero y prostitución".

María Rosa Santos explica en una entrevista que pasó 13 años teniendo bebés para otras familias

Las redes sociales entran en juego

Casi por inercia, Salvador había acudido a las redes sociales para averiguar algo, por poco que fuera, sobre la mujer que le había dado la vida aquel 17 de enero de 1984 en Palma de Mallorca. Poco después, alguien le escribió asegurando conocer a la que era su madre biológica.

La información fue llegando a cuentagotas y la hipótesis de la "venta de bebés" fue cobrando fuerza. La persona que le habría puesto sobre su pista se encontraba, junto a otro grupo de personas adoptadas, investigando una presunta trama de tráfico de bebés en la que intervenían, al menos, la clínica San Cosme y San Damián de Barcelona (ya desaparecida), la Fundación Josep Figueras-OFA (Obra Familiar de Adopción) y la casa bressol Santa Isabel de las Siervas de la Pasión, de Barcelona. Con estas últimas ha intentado hablar este medio, aunque no ha habido respuesta.

Actores desaparecidos

Resultaba difícil componer el puzzle de una historia en la que los principales implicados habían desaparecido. La información recabada por Crónica Global a través de diferentes testimonios, documentos aportados por varias personas y apariciones televisivas de algunos afectados de la "presunta red", permitió dibujar el siguiente mapa: Rosa María Santos tenía una estrecha relación con los señores Figueras. Sin embargo, algo no acababa de encajar.

El relato de varias personas entrevistadas por Crónica Global puso en conocimiento de este medio la actividad de la Fundación Figueras, la Clínica y las religiosas, pero sus historias no parecían asemejarse demasiado a la de Salvador, ni por las fechas, ni por el papel de su madre biológica en todo este entramado. Mientras algunos de los entrevistados hablaban de diferentes casuísticas, como "madres biológicas engañadas" y/o "bebés robados para ser vendidos", esta mujer parecía llevar a cabo una actividad continuada y consentida junto a la adinerada familia. "Rosa se puso a trabajar en casa de los Figueras, tenía a los bebés en Palma y se los entregaba pero, de alguna forma, creo que los tenía extorsionados", explicó una de las fuentes a este medio.

Aparece en Palma un hermano de Salvador

Cuatro meses después de publicar el reportaje sobre Salvador, suena el teléfono en la redacción de Crónica Global. Al otro lado de la línea hay un hombre que se identifica como Hazael y asegura ser hermano de Salvador. "Me llamo Hazael González, nací el 21 de septiembre de 1993 en la Clínica Rotger de Palma de Mallorca, y soy hermano de Salvador". De repente, las piezas empezarían a encajar.

Hazael había pasado años preguntando a su madre adoptiva sobre sus orígenes. De hecho, ambos habían acudido en el pasado a un programa de televisión donde también estaba convocada su presunta madre biológica, María Rosa Santos. Sin embargo, pasó el tiempo, y la resolución de su historia parecía haberse quedado en un fallido intento. Ahora, después de cuatro meses, un reportaje en prensa le revelaba la identidad de Salvador, uno de sus hermanos que vive en Barcelona.

Encuentro emotivo

Días después de la llamada a este medio, los dos hermanos se encuentran en el aeropuerto de Palma de Mallorca y empiezan a construir un rompecabezas al que le faltan muchas piezas pero que, poco a poco, parece ir completándose. Empezaron a compartir información y a atar cabos junto a este medio que, a día de hoy, sabe que María Rosa Santos "vendió a sus hijos" y que algunas personas más, de las que se omite la identidad para no entorpecer una posible investigación policial, se dedicaban a la misma actividad que ella.   

Los hermanos han conseguido empezar a escribir su historia. Sin embargo, todavía faltan muchas piezas para completarla. De momento, ambos estudian emprender acciones legales contra la mujer que les dio la vida sin que eso les quite las ganas de seguir encontrando al resto de hermanos.

Hazael y Salvador se ven por primera vez en el aeropuerto de Palma tras la publicación de Crónica Global / CG

Un miembro más en la familia

"Hola Salvador, vi vuestro artículo y todo el mundo dice que me parezco mucho a vosotros. No sé hasta qué punto pero, la verdad, es que me gustaría salir de dudas". De nuevo, tras el segundo reportaje con el encuentro de los hermanos, se producía el milagro. Una mujer, nacida en Palma en 1980, cuya identidad se omite por petición propia, se ponía en contacto con Salvador, "por curiosidad, más que nada", reconoció en su audio.

Así, para salir de dudas, la mujer decidió someterse a las pruebas de ADN porque si había alguna posibilidad de que fuesen hermanos, solo así podrían saberlo. Hace unos días, llegó el ansiado resultado: la emisora de ese mensaje es hermana en un 100% de posibilidades. Ya son tres los hijos de María Rosa Santos que este medio ha conseguido localizar. Sin duda, un resultado que alivia, pero anima a seguir trabajando por reunir a todas esas personas a las que les quitaron el derecho a conocerse y crecer juntas como una gran familia.

Finalmente, Crónica Global, por petición de muchas personas entrevistadas que se encuentran en esta misma situación, insta a apostar por la ciencia. Como ven, una simple prueba de ADN puede recomponer toda una vida y unir a quienes llevan años buscándose sin suerte. Seguiremos informando.