Un chico de 15 años se tira del balcón en Tarragona

Un joven de 15 años ha intentado suicidarse en La Ràpita, en Tarragona. Pol, que tiene un grado leve de autismo, está hospitalizado tras saltar al vacío desde un cuarto piso. Ha sobrevivido a la caída, pero tiene los brazos, las piernas y dos costillas rotas, además de dos vertebras fracturadas, ha informado la familia.

Su padre, que ha hecho pública la historia a través de las redes sociales a petición de su hijo, ha asegurado que Pol tiene dificultades para relacionarse debido al autismo y que era víctima de risas y de expresiones como "este tío es un rarillo, míralo cómo se mueve, no se relaciona con nadie".

Dejó una nota antes de saltar

Según explica el progenitor del joven, antes de arrojarse dejó escrito que no quería vivir "en un mundo donde la mala gente es aplaudida y las personas sensibles, nobles y de buen corazón siempre tienen las de perder". "Y así estaba completamente solo día tras día, en la hora del patio, en la biblioteca, para no recibir burlas", lamenta el padre, que asegura estar pasando "los peores días de su vida".

Ahora, su hijo "quiere ponerse bien para empezar una nueva vida y poder explicar su experiencia y concienciar a los adolescentes de que con su actitud pueden provocas estas situaciones", añade, y subraya que "los padres son muy importantes" pero "en esta fase de la vida la relación con sus iguales es vital".

Segundo caso en una semana

Se trata del segundo caso, en una semana, de menores que se intentan suicidar después de que Alana, una niña de 12 años falleciera tras saltar por el balcón junto a su hermana en Sallent (Barcelona), que permanece ingresada en estado muy grave, aunque no se teme por su vida.

Ambas fueron víctimas de bullying en el instituto donde estaban escolarizadas, tal y como apuntaba la familia desde un principio y que días después confirmó el atestado de los Mossos d'Esquadra. Tanto las cartas que las dos menores dejaron en su casa antes de saltar, como el testimonio del entorno, ya apuntaban a que ambas sufrían acoso tanto por su nacionalidad argentina como por el hecho de que una de ellas, Alana, solicitara que se dirigiesen a ella como Iván.