Este miércoles se ha celebrado en la Ciutat de la Justícia de Barcelona el juicio contra Tono, el segundo vecino de la Casa Orsola que se sienta en el banquillo de los acusados tras negarse a abandonar el piso una vez finalizado su contrato de alquiler. El juicio, que ha durado poco más de 15 minutos, ha quedado visto para sentencia.

Otros dos vecinos de este inmueble modernista del Eixample también están fuera de contrato y uno de ellos ya ha sido denunciado ante los tribunales por el nuevo propietario, el fondo Lioness Inversiones. En enero otro vecino, Josep, fue juzgado y el juez ordenó el desahucio, previsto inicialmente para el 14 de febrero pero que ha sido aplazado. Por el momento se desconoce la fecha del lanzamiento.

Estudian la compra del edificio

Desde el Sindicat de Llogaters exigen que la propiedad se siente a negociar de forma conjunta con los vecinos, que no tienen pensado abandonar el inmueble.

Por su parte, una moción del Ayuntamiento de Barcelona, aprobada por Barcelona en Comú, PSC, ERC y Junts a finales de enero pasado, acordó en el pleno municipal instar al equipo de gobierno y a la Generalitat a estudiar la compra del edificio por el mismo precio que lo adquirió el fondo de inversión español, que es el actual propietario.