Este domingo se cumplen tres meses sin noticias de Levi Simeon Davis, el jugador de rugby desaparecido desde el 29 de octubre en Barcelona. En las últimas semanas su entorno ha reconocido estar “exhausto” y “muy preocupado” por una situación que dura ya demasiado en el tiempo y para la que no encuentran respuesta.
Levi Davis, deportista de élite británico de 24 años, se encontraba pasando unos días en la casa de un amigo en Ibiza cuando decidió hacer una escapada en solitario a Barcelona. El joven, que se llevó consigo una mochila con una muda de ropa y 30 libras, dejando atrás la medicación que tomaba, su neceser y su cepillo de dientes, cogió un ferry el 29 de octubre con destino a la Ciudad Condal. Desde el barco hizo una videollamada con su madre, Julie Davis, que ella misma relató en una conversación con Crónica Global. “Me envió un vídeo desde el barco diciendo: ‘Mira, mamá, qué bonito es esto’”. Aparentemente, aseguró su madre, no había nada de qué preocuparse.
Los últimos pasos de Davis
Una vez en la ciudad, Levi Davis estuvo en el Old Irish Pub de Las Ramblas. Su entorno lo sabe porque las cámaras de seguridad lo captaron en el interior, solo. Allí vio una actuación en vivo y el primer tiempo de un partido de rugby. Después abandonó el local y caminó hasta la plaza Catalunya, donde las cámaras del Hard Rock Café lo captaron pasando por delante, en dirección a la plaza Urquinaona, consultando algo en la pantalla de su teléfono. Eran las 22.00 horas del 29 de octubre. Esta es la última imagen del joven británico en Barcelona.
A partir de ahí, su rastro se pierde. Su entorno sabe, porque así se lo han trasladado los Mossos d’Esquadra, que su móvil repitió por última vez en una antena de telefonía de la estación de Sants, pero tras revisar las cámaras se constató que nunca estuvo allí. Una hipótesis es que alguien le hubiera robado el terminal, otra que no se encontrara en aquel lugar pero su móvil estuviera dando señal en esta antena por ser la más cercana o porque las demás estuvieran colapsadas. El último posicionamiento de su móvil se produjo en las inmediaciones de la estación a las 10.30 de la mañana del día 30 de octubre. Desde entonces, permanece apagado.
El extraño incidente en el puerto
Paralelamente, la noche en la que se esfumó Levi Davis se produjo un episodio inquietante en el puerto de Barcelona. Salvamento Martítimo ha detallado a este medio lo sucedido aquel día. A las 5.33 de la madrugada del 30 de octubre recibieron una alerta procedente del buque Bellissima, de la compañía MSC Cruceros, alertando de que “a un alumno de la tripulación del buque y a un pasajero les pareció ver a alguien pidiendo auxilio en la bocana Sur del puerto de Barcelona”. Por eso, lanzaron un aro salvavidas.
Desde el Centro de Coordinación de Salvamento de Barcelona se movilizaron el helicóptero Helimer 203, la Salvamar MIntaka y la embarcación de Bomberos de Barcelona, a los que se fueron uniendo la embarcación Narcís Monturiol UMME, la embarcación de Cruz Roja Port Olimpic, la Salvamar Polaris y la de Guardia Civil. Durante el operativo de búsqueda, que duró un día, se dio aviso a todos los buques del fondeadero, que confirmaron que no faltaba nadie a bordo. También se emitió un aviso de emergencia MAYDAY RELAY y se estudió una posible deriva. Después de comprobar que en el Bellissima no faltaba ninguna persona a bordo y de que los Mossos confirmaran que no había ninguna denuncia de desaparición relacionada con el ámbito marítimo en la ciudad, se canceló el operativo.
No constaba como desaparecido
Pero, ¿era Levi Davis la persona que se encontraba en el agua? A aquellas horas el jugador todavía no constaba como desaparecido en las bases de datos policiales. De hecho, no constó en las mismas hasta más de una semana después. Los Mossos d’Esquadra iniciaron una búsqueda de oficio el 8 de noviembre tras enterarse de su desaparición a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, dado que al ser británico la familia denunció los hechos en su país de origen --que no comparte datos con la policía española tras el Brexit-- pero no formalizó la denuncia hasta el 12 de noviembre en Barcelona.
Una semana después, el 20 de noviembre, el pasaporte de Levi Davis fue hallado en el puerto de mercancías de la Ciudad Condal, cerca del lugar en el que los participantes en el operativo encontraron el aro salvavidas que había lanzado la tripulación del Bellisima. La persona que encontró el documento de identidad lo entregó en las dependencias del Puerto de Barcelona, que tras comprobar que se trataba de un pasaporte británico lo entregó al consulado de Reino Unido en Barcelona. Al constatar que era el documento del desaparecido Levi Davis, lo pusieron a disposición de los Mossos d’Esquadra. Aún así, este nuevo indicio no fue suficiente como para que la policía autonómica diera la orden a la Guardia Civil, que tiene las competencias de las aguas marítimas, para desplegar a los buzos.
Estaba deprimido
La familia trasladó a este medio que tras sufrir una lesión de rodilla que le impedía jugar al rugby de forma profesional, Levi Davis atravesaba un mal momento anímico. A esta delicada situación se sumó un aluvión de críticas tras hacer pública su bisexualidad en las redes sociales. Tal y como expresó su madre, Davis mencionó que estaba recibiendo blackmail, que estaba siendo extorsionado, pero su relato “no tenía una base sólida”.
Desde ese momento a Levi le rondaba la idea de que estaba siendo perseguido y chantajeado por su orientación sexual. “Estaba deprimido y recibía tratamiento”, confirmó su madre, la misma medicación que se dejó en Ibiza junto al resto de sus enseres personales. Asimismo, como ya no podía vivir del rugby y su carrera musical tras su salto a la fama en el conocido programa Factor X no le reportaba los suficientes ingresos para mantenerse, comenzó a pedir dinero prestado a amigos y familiares. “Prometía que lo devolvería, pero no se materializaba y esto lo frustraba porque no podía cumplir con su palabra. Pero esto fue solo la punta del iceberg, tenía mucha presión encima”, expresa su madre.
Las teorías de Burrows
Tras semanas sin avances relevantes en la investigación, el renombrado investigador privado Gavin Burrows, que capitanea la agencia con sede en Londres Line of Inquiry, se puso a disposición de la familia de forma desinteresada. Desde ese momento han sido muchas las especulaciones que han rodeado al caso.
Expresan que “un desconocido” se citó con él a través de una app de contactos del que aseguran haber localizado el nickname. Creen que este usuario le lanzó "un señuelo" para conseguir que Levi Davis viajara hasta Barcelona y saldara una deuda de 100.000 libras con una mafia somalí dedicada al tráfico de drogas. Una información que atribuyen a un informante anónimo y que relacionan con un allanamiento de morada que Davis sufrió hace ahora un año y medio en su apartamento de Londres. También deslizan que, en la misma época, sufrió un envenenamiento, extremo que no ha podido ser constatado ni con informes médicos ni con ingresos hospitalarios.
La posibilidad del suicidio
Sin embargo la familia coge estas hipótesis con pinzas. Fuentes de su entorno aclaran que el chico "consumía sustancias de forma recreativa cuando estaba de fiesta, pero no de manera habitual", un hábito incompatible con el deporte de élite. Tampoco les consta que llevara un elevado nivel de vida en los últimos tiempos, al contrario. Por eso, solicitan que se investigue el incidente del puerto para, al menos, descartar que guarde alguna relación con la extraña desaparición del jugador.
Desde la agencia que los acompaña y asesora, hacen oídos sordos a la posibilidad del suicidio. Pese a reconocer que “Davis no estaba estable emocionalmente” y que "llevaba mal la fama" que había adquirido tras su paso por Factor X, insisten en que “no encaja en el perfil de una persona suicida. Estaba deprimido, sí, pero no tenía tendencias suicidas”. Aunque no descartan ninguna hipótesis, los investigadores no consideran esta opción como la más plausible.
¿Qué pasó con Davis?
Aunque en un primer momento barajaron la opción de la huida, sostienen que la hipótesis que más peso ha ganado para ellos en los últimos días es que una mafia somalí, de la que Mossos d’Esquadra no tienen constancia, lo engañara para que viajara hasta Barcelona. Una vez aquí, relatan, se habría alojado con las 30 libras que un amigo le trasfirió a través de Bizum la noche del 29 de octubre en algún lugar indeterminado de la Ciudad Condal en el que no tuvo que presentar su documentación y posteriormente fue captado por la mafia “para saldar una deuda”. "Lo más probable es un secuestro, que lo estén obligando a trabajar o a hacer de mula para pagar lo que debía. Cuando tienes una deuda quieren que la devuelvas, no matarte", insiste uno de los investigadores de Burrows.
Aunque esta opción parece inverosímil, por el momento se desconoce el destino de Levi Davis. Tres meses después de su desaparición el entorno del chico solicita que si alguien tiene información fiable se ponga en contacto con ellos a través del teléfono o del correo electrónico que han habilitado. También lo aconseja la agencia Line of Inquiry, que insiste en que sus líneas telefónicas están operativas siete días a la semana durante las 24 horas del día, que no graban las llamadas, no revelan la identidad ni IP de los informantes y que los formularios de la web están encriptados. Ofrecen, además, una recompensa de 10.000 libras esterlinas --unos 11.500 euros-- para quien pueda aportar datos fiables a la investigación.