La nueva placa conmemorativa del desaparecido estadio de Sarrià, inaugurada el pasado sábado en los terrenos en los que se levantó el campo de fútbol del Espanyol entre 1923 y 1997, apenas duró intacta 24 horas, las que transcurrieron hasta que fue vandalizada.

Ayer domingo, el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, que estuvo presente en la inauguración del monumento, en los Jardines del camp de Sarrià, denunció en sus redes sociales que "unos vándalos" lo habían destrozado. De hecho, la placa como tal ha desaparecido y, en su lugar, dejaron una pintada en blanco: "Perico recuerda que eres una mierda". Los servicios de limpieza la borraron el domingo. Y, esté relacionado o no, horas antes hubo una pelea entre radicales del Espanyol, del Betis y Boixos Nois del Barça.

Placa conmemorativa del estadio de Sarrià vandalizada / ALBERT BATLLE

El primer gol de la Liga

Un día antes, durante el acto de descubrimiento de la placa, el mismo Batlle recordó la historia balompédica de ese lugar, y reconoció que ese homenaje era "un acto de reivindicación y compromiso". Tampoco faltaron el director general del club, Mao Ye, y otros consejeros, directivos actuales y pasados y también exjugadores, así como Jaume Collboni (PSC de Barcelona) y Alberto Fernández Díaz y Antoni Fernández Teixidó, patrón y presidente de la Fundació Privada RCD Espanyol, respectivamente.

Cabe recordar que en este lugar se marcó el primer gol de la historia de la Liga (lo consiguió el periquito Pitus en 1929) y ese estadio fue sede del Mundial de 1982 y de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Centenario de Sarrià

Los Jardines del camp de Sarrià, como su nombre indica, son los terrenos en los que un día hubo el estadio de fútbol del RCD Espanyol, pero la entidad periquita se vio obligada a venderlos por problemas económicos y trasladarse una temporada a Montjuïc, hasta que pudo construir su feudo actual, el RCDE Stadium, entre Cornellà y El Prat. Este 2023 se cumplen 100 años de la inauguración de aquel coliseo periquito.

El nombre de los jardines y su (destrozada) placa, sin embargo, no son las únicas pistas de lo que un día fue un reconocido recinto deportivo. Allí mismo se encuentran el pasaje Ricard Zamora y, a pocos metros, la plaza Ricardo Zamora, ambas nombradas así en honor del legendario portero que desarrolló la mayor parte de su carrera en el equipo blanquiazul.