Majlinda Sula, hermana de Saimir, fallecido en el hospital del Mar de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN - CG

Majlinda Sula, hermana de Saimir, fallecido en el hospital del Mar de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN - CG

Vida

Sula: "Mi hermano fue al hospital por Covid y salió de Barcelona sin corazón"

Esta albanesa denuncia las trabas de la justicia española para averiguar la causa del fallecimiento de su consanguíneo

3 enero, 2023 00:00

Saimir Sula murió en 2020 en el Hospital del Mar. A los pocos días de realizarse la autopsia en Barcelona, el cadáver del joven albanés llegó a su país para realizar un segundo examen, pero al abrirse el cuerpo de nuevo los forenses descubrieron con sorpresa que el corazón había desaparecido. Majlinda Sula, hermana del fallecido, subraya que la cabeza de Saimir presentaba "signos de violencia" y sospecha que murió a manos de los vigilantes de seguridad del centro hospitalario.

En España, la justicia ha archivado la investigación, aunque la familia ha reclamado que se retomen las pesquisas del caso, que la Fiscalía de Tirana investiga como tráfico de órganos. Albania ha buscado colaboración por la vía judicial, diplomática y política, llegando a informar de la situación al exministro de Justicia Juan Carlos Campo, uno de los magistrados que se acaban de incorporar al Tribunal Constitucional. Sula recuerda que las presiones diplomáticas españolas han llevado a ciudadanos albaneses a la cárcel y asegura que, de ser Albania quien perdiera un corazón español, habría manifestaciones masivas para denunciarlo.

Sula recuerda con emoción a su hermano, que llegó a Barcelona cuando tenía 18 años. Compartían piso en la ciudad y compraron un local como inversión, un proyecto que quedó truncado por la inexplicable muerte. Ahora, sus familiares luchan --de la mano de una fiscal albanesa-- por averiguar cómo falleció Saimir, por qué se le retiró el corazón en la autopsia sin notificarlo en los informes y dónde se encuentra el órgano del difunto, que están convencidos de que esconde parte de las respuestas a todas estas incógnitas.

--Pregunta: Aún quedan muchas claves por descifrar para entender la muerte de su hermano. ¿Cómo reaccionaron al saber que el cadáver había llegado a Albania pero le faltaba el corazón?

--Respuesta: No nos lo esperábamos, esperábamos que la autopsia nos diera el motivo por el que había muerto. Nos quedamos muy chocados y, después de dos años, aún no sabemos dónde está ese corazón.

--¿Qué pasó en el hospital del Mar?

--Entré con mi hermano en las urgencias del Hospital del Mar para que le hicieran una prueba de Covid. Salió negativo pero, no sé por qué, decidieron quedárselo más tiempo ingresado. Él quería salir, me llamó y dos horas antes de morir me dijo: "Majlinda, ven a buscarme, porque me van a matar". Cogí el metro, fui al hospital y no me atendieron por el protocolo Covid. A las dos o tres horas, me llama la doctora y me dice que había fallecido y que desconocía el motivo.

--¿Cómo puede ser que una visita al médico por Covid leve terminase así?

--Él estaba bien, pero con el miedo que le teníamos al Covid se hizo la prueba. Quería volver a casa, pero no querían sacarlo, lo tenían en un box de reparto de urgencias. Intentaron retenerlo y durante una reducción entre ocho guardias de seguridad, se le para el corazón. Dijeron que no sabían por qué había muerto, pero mi hermano tenía signos de violencia física, muchos morados y la autopsia que se le hizo en Medicina Legal de Barcelona reconoce que tenía una equimosis orbitaria en el ojo y otros signos de violencia, pero no lo ve relevante.

La comunidad albanesa en Barcelona pide investigar la desaparición del corazón de Saimir / (CG)

La comunidad albanesa en Barcelona pide investigar la desaparición del corazón de Saimir / (CG)

--¿Se cree la versión de que seguridad tuvo que intervenir porque él estaba muy agitado?

--Estaba agitado porque quería irse del hospital.

--¿Tuvo un brote psicótico?

--Sí. Me llamó para decirme que lo querían matar dos horas antes de morir. Cuando llegué, ya lo habían matado. Con signos de violencia, le falta el corazón, nos quieren vender este corazón que entró en el laboratorio el 22 de abril, pero mi hermano murió el 9 de mayo... 

--¿Los informes no cuadran?

--Las fechas de los informes no coinciden con cuándo murió mi hermano. Lo que quieren es cerrar el caso, no investigar, no interrogar, no hacer pruebas de ADN...

--¿Ha habido fallos en todo este proceso?

--Sí, el caso se manipuló. En la historia clínica, el médico escribe que los guardias lo arrastran por el pasillo. Después, dice que durante la reducción, la doctora le inyecta un antipsicótico, un calmante, Haloperidol y, después, muerte por causa desconocida. Pero este Haloperidol no sale en el examen de sangre de toxicología. ¿A quién le inyectó el Haloperidol? Porque en el cuerpo de Saimir no había. Durante los primeros meses, nos hicieron creer a la familia que podía haber muerto por la inyección. Hasta que le hicimos la segunda autopsia, porque yo sabía que lo habían matado en el hospital.

--¿Quién pidió la autopsia?

--Al ser una muerte desconocida, se manda una orden judicial para hacer la autopsia.

--¿Y la segunda?

--Después de 18 días, como no nos fiábamos, al ver lo que le habían hecho los guardias, sabíamos que lo habían matado. Lo que hice fue llevar el cuerpo a mi país y le pedí al Estado albanés que hiciera una segunda autopsia. Les expliqué la situación, que había signos de violencia y motivos para hacer la segunda autopsia, para saber de qué murió. Pero su corazón desapareció en Medicina Legal de Barcelona.

--¿Cuándo supieron que había desaparecido el corazón?

--Cuando llegó a Albania y recibimos, meses después, el certificado de la autopsia. Medicina Legal de Barcelona decidió hacer una autopsia parcial, no abrirle la cabeza y quitarle el corazón sin notificarlo en los documentos de la autopsia, que dicen que se ha abierto el abdomen y tomado muestras. El daño estaba en la cabeza, lógicamente no podían abrirle la cabeza. Nosotros no sabíamos que el cuerpo iba a viajar a Albania para ser enterrado sin corazón. Este señor no tenía permiso para quedarse el corazón. No pensaban que íbamos a hacer una segunda autopsia en Albania. Ahora, hay dos denuncias paralelas, la de la familia aquí...

--... y la de la Fiscalía de Tirana.

--Sí. Que investiga un caso de tráfico de órganos. El forense [de España] dice que hace una autopsia mínimamente invasiva; esto es contradictorio con quedarse un órgano entero. La fiscalía albanesa nos interroga y desde entonces ha ido enviando cartas rogatorias a España y ha recurrido a la diplomacia, porque todas las cartas han sido ignoradas. Al tener una investigación en Albania, el juez revela que el corazón está aquí. Se rompió la cadena de custodia. El corazón es del 22 de abril, pero el 22 de abril mi hermano estaba vivo, murió el 9 de mayo. Pretenden darnos este corazón como el corazón de Saimir.

--Esto les ha generado desconfianza.

--Claro, llevamos un año y medio pidiendo un simple test de ADN que nos diga si este corazón es de Saimir. Estamos convencidos de que no lo es. Si no lo es, que los responsables nos digan dónde se encuentra el corazón de Saimir, pero si no hay investigación e interrogación del médico legal y los testigos de la muerte, es muy difícil.

--Por eso reclaman que se investigue y se llegue hasta el fondo.

--Eso es. Si eso pudo ser traficado o si se escondió porque era la prueba de la violencia física de los vigilantes de seguridad del hospital del Mar.

--¿Es cierto que lo ataron con correas a una camilla?

--Estuvo atado en la cama y él se quitó la contención y quiso salir, es lo que pone en el historial clínico. Dicen que se puso agresivo, quería irse. Si soy negativo en Covid, ¿por qué no puedo irme? Era el momento en que no había suficientes camas para enfermos, no sé para qué querían tener ahí a un albanés atado con Covid negativo cuando lo único que quería es irse y yo estaba fuera del hospital diciendo que sacasen a mi hermano.

--Su hermano tenía un historial previo de esquizofrenia.

--Sí, es verdad, pero no entró por un ataque de nervios, no fue ese el motivo. Él tomaba su medicación en casa, no había motivo para quedarse en el reparto Covid. Si tenía un ataque de nervios, ¿por qué estar en las urgencias Covid del hospital del Mar? Máximo, que lo llevaran a psiquiatría... ¿Por qué tenía que quedarse ahí?

--¿Nunca antes había protagonizado un incidente así al ir al médico?

--No, nunca se puso agresivo con la familia, amigos, médicos... nunca. Durante la reducción de ocho guardias, si hay una persona que ya no vive, dirán que se puso agresivo y por eso tuvieron que matarlo a palos.

--Pero le extraña.

--Me parece extraño, porque yo conozco a mi hermano, vivíamos juntos. Nunca tuvo ningún episodio como el que describen ni tenía antecedentes penales.

--En Albania, el Gobierno, la justicia y las televisiones se han interesado por el caso, pero en España no se le ha prestado gran atención.

--Se me hace muy difícil. Visto el desinterés, me pregunto qué pasaría si hubiera pasado al revés: un ciudadano español muere en Albania, desaparece su corazón y Albania no quiere investigar. El Estado español pide que se investigue y Albania no contesta. Estaríamos todos los españoles en pie, manifestándonos. Albania ha insistido mucho, de hecho, el año pasado hubo una videoconferencia de la ministra de Justicia albanesa con el exministro de Justicia español Juan Carlos Campo hablando del caso del corazón de Saimir, pero, no sé por qué, pasó tanto tiempo y Albania sigue insistiendo.

--¿Qué cree que ocurriría si hablásemos del caso contrario, un fallecido español en Albania?

--Dos turistas españoles en Albania se fueron sin pagar de un restaurante en Albania. Se metieron en el coche y el propietario del restaurante les siguió, les intentó romper la ventana del coche y los turistas se asustaron. Se hizo justicia en tres días. Le demolieron el restaurante y acaba de salir de la cárcel después de tres años. Dos turistas ofendidos. Por la presión diplomática y de los medios tuvo que cerrar. Mientras tanto, mi hermano ya no vive y aquí se esconden las pruebas, no hay investigación y todo se paraliza porque el juez decide archivar caso.

Majlinda Sula, hermana de Saimir, fallecido en el hospital del Mar de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN - CG

Majlinda Sula, hermana de Saimir, fallecido en el hospital del Mar de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN - CG

--¿El juez ha ignorado a Albania?

--No quiere llevar el corazón a Albania porque ese corazón ya habla, ya dice que no es el corazón de Saimir.

--¿Cómo vive este conflicto diplomático entre su país de origen y el país en el que vive desde los 14 años?

--Fatal. Emocionalmente ha sido una tortura, porque perdí a mi único hermano. Para mi madre y mi familia también, se nos hace muy difícil que no haya justicia.

--¿Después de dos años y medio, conservan la esperanza de que se esclarezca la verdad?

--Absolutamente. No nos cansaremos. Estaremos en las manifestaciones, si hace falta cada día hasta conseguir que se entere España entera y que se haga justicia.

--Es cierto que en el año que murió su hermano se detectaron redes de tráfico de órganos por primera vez en Barcelona, pero es difícil entender qué utilidad pueden ver los traficantes en un corazón infartado...

--Los documentos que vienen de España dicen que murió de parada cardíaca, pero Medicina Legal albanesa no pudo comprobarlo porque no había corazón.

--¿Se puede reabrir el caso?

--Hemos presentado un recurso de apelación y llevamos meses esperando a que reabran el caso, que nos den las cámaras de vigilancia del hospital del Mar.

--Va a ser difícil después de dos años...

--Sí, porque casualmente no hay cámaras de vigilancia, no citan a los testigos y el juez no acepta ningún tipo de investigación. La fiscalía pide que si no se hace el test de ADN en España, le envíen el corazón para analizarlo. Ese no es su corazón. Alguien nos tiene que decir dónde está el corazón de Saimir.