La ruta en Reus para conocer cómo eran la ciudad y su gastronomía hace 100 años

Explicar cómo era la sociedad y la gastronomía cien años antes fue el objetivo de la ruta en Reus que este verano sirvió para visitar los edificios más emblemáticos de la ciudad. Los participantes pudieron conocer las costumbres de la época en las viviendas de estilo modernista de la localidad.

Las características que presentan los diferentes edificios modernistas de Reus ya dejan entrever cómo vivía la sociedad catalana hace un siglo. Algunos de los más destacados que se pueden encontrar en esta ruta en Reus son los siguientes:

Casa Rull

Forma parte de la obra de Lluís Domènech Montaner, uno de los más importantes exponentes del modernismo. De hecho, la Casa Gasull, situada justo al lado, también fue diseñada por el mismo arquitecto. Este inmueble fue proyectado en 1900, como encargo del notario principal de Reus, Pere Rull Trilla. Esto se ha podido saber gracias a la balanza que se encuentra en el escudo de la casa, así como por la pluma representada en el patio.

Desde el año 1925 es propiedad del ayuntamiento de la ciudad. Actualmente, es la sede del Instituto de Acción Cultural. Este edificio cuenta con un gran valor cultural, histórico y arquitectónico. Por esta razón, en el año 2004 fue declarado Bien de Interés Cultural.

Casa Gasull

Fue otra de las obras de Domènech Montaner, que realizó en compañía de su hijo, también arquitecto. En este caso, fue propiedad de Feliu Gasull Roig, un gran comerciante de aceites de la zona que quería dar un techo a sus dos hijos y a sus instalaciones industriales.

El edificio es mucho más grande que la Casa Rull, construida justo al lado 10 años antes. Destaca por la gran altura de su planta baja, y por las constantes representaciones de olivos. El propietario era de Borges Blanques, una localidad donde la aceituna es su producto más destacado.

Dispensario antituberculosis

Esta ruta en Reus continúa por el actual edificio de los organizadores de esta actividad, Reus Promoció. Hace muchos años fue el dispensario antituberculosis. Las condiciones de los obreros eran muy duras y enfermedades como la tuberculosis eran muy usuales.

Esto se sumaba a otros malos hábitos, como el alto consumo del alcohol. Productos del día a día como el vino o el pan también estaban adulterados. Apenas se consumía leche en esa época, ni siquiera la materna. Además de que la lactancia materna no estaba bien vista entre la burguesía, las mujeres trabajadoras apenas tenían tiempo. Esto hacía que la esperanza de vida de la población no fuera muy alta.

Diferenciación de clases en Reus

A lo largo de esta ruta en Reus se pueden observar las dos caras de la moneda. En el Carme estaba el antiguo barrio del Bassot, bien conocido por la clase trabajadora. Los edificios son estrechos, y se pueden apreciar pequeños balcones y pozos negros. Justo en esta zona, también se puede visitar el Vapor Nou, una fábrica que llegó a contar con 1.500 trabajadores.

A pocos metros, en cambio, la plaza Prim era el hogar de la burguesía. Teatros de primer nivel, hoteles de renombre y restaurantes exquisitos para que la alta sociedad pasara el tiempo libre. La cocina francesa era una de las más populares entre las familias más adineradas.

Cómo era la cocina de principios del siglo XX

La gastronomía era también uno de los aspectos que permitía diferenciar a las clases sociales. Las más bajas, compuestas sobre todo por los obreros, vivían principalmente de comer verdura. La carne, y otros tipos de proteínas, la veían más bien poco. Todo lo contrario que la burguesía, que destacaba por una dieta caracterizada por los excesos.

De hecho, la cocina de principios del siglo XX es uno de los temas en los que se profundiza más en esta ruta en Reus que se ha realizado todos los jueves de agosto. Esta propuesta de Reus Promoció ha contado con la ayuda de la guía Carmen Granados, que ilustró cada una de las paradas con su contexto histórico.