Momento en el que se ha derruido el muro de los años 80 en la masia protegida de Can Valent en Nou Barris / L'Arxiu Històric de Nou Barris

Momento en el que se ha derruido el muro de los años 80 en la masia protegida de Can Valent en Nou Barris / L'Arxiu Històric de Nou Barris

Vida

Alarma en Nou Barris por el derribo de un muro de una masia protegida

El Ayuntamiento de Barcelona y las asociaciones de vecinos mandan un mensaje de tranquilidad al tratarse de una pared construida en los años 80 y que no está catalogada como patrimonio histórico

20 abril, 2022 18:11

El barrio de la Porta, en el distrito de Nou Barris, respira tranquilo después de presenciar el derribo parcial de una masia protegida. Can Valent es un edificio del siglo XVII y que se encuentra catalogado como patrimonio histórico de la ciudad. Sin embargo, el muro que las excavadoras han tirado abajo este martes consistía en una construcción más moderna que, según el Ayuntamiento de Barcelona, se alzó en los años 80.

Varias organizaciones vecinales han lamentado en las redes sociales el derrumbe de una pared del edificio, por el que el consistorio no había informado. La segunda teniente de alcalde de la ciudad, Janet Sanz, ha llamado a la calma al no tratarse de una actuación en contra de las últimas masías de la Meridiana. La edil ha anunciado, este miércoles, que el ayuntamiento ha enviado a un arqueólogo para que evitar que el derribo del muro impacte en el edificio cuatricentenario: “La preservación total, es fundamental”, ha sentenciado.

Janet Sanz, teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona / CG

Janet Sanz, teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona / CG

Can Valent, nuevo espacio vecinal

Los vecinos del barrio de la Porta han reivindicado durante los últimos años la preservación del patrimonio de la zona, con nuevos usos que doten de equipamientos necesarios al distrito. Pero el caso de Can Valent era difícil, después de décadas de abandono y vandalismo. “Lo más probable es que se conserve la parte de fuera y que se remodele el interior para darle un nuevo uso, pero tenemos que meditar bien lo que se hace para que el dinero público se utilice de forma adecuada”, explica Agustín, como presidente de la asociación de vecinos de la Porta.

Este nuevo espacio estaría destinado, posiblemente, a temas ambientales o como aula de transmisión de los problemas climáticos actuales. Pero todavía no está acotado, dado que se encuentra a la espera del proceso participativo abierto por el consistorio. Agustín recuerda que este enclave debe servir como “corredor verde” que atraviese Nou Barris y llegue hasta la Meridiana. “Queremos crear una zona agradable para vivir, con cambios que ya se han ido dando los últimos años”, recuerda el presidente de la asociación del barrio de la Porta.

Tanatorio tras la masia

La alarma la dio hace apenas un día el Arxiu Històric de Nou Barris, entidad reconocida en el distrito, que preguntaba en su cuenta de Twitter sobre lo que estaba sucediendo en la masia protegida. “¿Ya estáis al caso de que se está derribando Can Valent?”, apuntaban, mientras instaban al consistorio a dar una respuesta ante lo que inicialmente parecía un ataque contra el patrimonio histórico del barrio. Sanz lo ha aclarado y ha avalado las obras que se realizan “para consolidar, rehabilitar y sanear” el edificio.

Tuit que alertaba de la actuación de derribo que se estaba llevando a cabo en Can Valent / @ArxiuHistoric9B

Tuit que alertaba de la actuación de derribo que se estaba llevando a cabo en Can Valent / @ArxiuHistoric9B

Pero las dudas seguían ahí, al estar proyectado el tanatorio de Àltima justo detrás del inmueble del siglo XVII. El proyecto fue aprobado el 5 de marzo de 2019, tan solo con los votos a favor del gobierno municipal y la abtención de la oposición en el plenario del distrito. El plan urbanístico preveía la creación de cuatro salas de velatorio en el nuevo complejo y la rehabilitación de Can Valent en un edificio de uso vecinal para preservar la historia del barrio y mejorar sus equipamientos.

“La presión vecinal permitió que el ayuntamiento repensara el uso de la zona, con la permuta de 2019”, recuerda Agustín. Lo que en un primer momento parecía destrucción patrimonial a cargo del consistorio liderado por Ada Colau, ha resurgido como una de las obras planificadas para devolver la vida a esta masia abandonada y olvidada del siglo XVII.