Tres agresiones afloran un "grupo ultra" dentro de la seguridad de TMB
Los incidentes internos culminan con el despido de dos trabajadores que han presentado denuncia mientras el operador abre expediente a la subcontrata
14 abril, 2022 00:00Tres presuntas agresiones en el espacio de 12 meses meses han aflorado un supuesto "grupo ultraderechista" dentro de la seguridad subcontratada de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Los incidentes en dos talleres ferroviarios y una estación han culminado con al menos dos despidos de empleados y un expediente abierto contra Securitas, empresa concesionaria del servicio.
Fuentes conocedoras de las pesquisas iniciadas alertan de que el trío de peleas atañen a la llamada unidad MAV, la de apoyo de vehículos sobre tierra. Es decir, la que presta ayuda a los vigilantes que cuidan de la seguridad en las estaciones del suburbano. Según los denunciantes, se trata de un grupo "muy reducido y no representativo" del global de vigilantes de TMB, pero que "se ha hecho fuerte en la MAV".
La última: 14 de febrero
Los interlocutores consultados han aportado fechas y diligencias de investigación de dos de los incidentes. Ocurrieron entre el 20 de noviembre de 2021 y el 14 de febrero de 2022. En el primer caso, y siempre según los denunciantes, hubo una supuesta detención ilegal de un grafitero en la estación de metro de Can Boixeres de la línea 5.
En el segundo caso, el 14 de febrero, un superior presuntamente propinó un cabezazo a otro vigilante de la MAV por un desacuerdo laboral menor en los talleres de TMB de, también, Can Boixeres. El hombre acabó tumbado en el suelo y de baja tras la una agresión que requirió puntos de sutura. Unos días antes, el 4 de febrero, se produjo otro presunto ataque con una barra de hierro a otro trabajador, también vigilante. En esta ocasión, en los talleres de Vilapicina.
Despidos y "TMB lo consiente"
Hubo represalias por este conflicto entre trabajadores, aunque las decisiones que se tomaron al respecto han generado más polémica. Las dos víctimas de los incidentes que sucedieron con tres meses de diferencia "han sido despedidas" pese a que resultaron heridas, añaden las mismas voces. También critican que la gerencia de línea y la MAV, "que son la misma", ha tomado la decisión "para proteger a los agresores, que son del mismo entorno". Les acusan de "utilizarlos para las funciones que ellos quieren". No aportan más detalles sobre estas presuntas actividades que superarían sus estrictas funciones laborales.
En relación a la empresa que concesiona el servicio, las mismas fuentes sostienen que TMB "está informado, lo sabe y no ha actuado". O, al menos, "no con la suficiente contundencia para erradicar estos comportamientos".
"Un grupo ultra en la MAV"
¿Quiénes son los autores? "Se trata de un grupo reducido de vigilantes, adscrito a menudo a la MAV y otras veces a línea, y que sigue una ideología y conducta de ultraderecha y odio", alertan desde la parte social de la empresa pública.
Recuerdan que en 2018 ya se abrió expediente a estos vigilantes. Fueron investigados por realizar un saludo fascista con el uniforme, como avanzó Tot Barcelona. Aun así, la suspensión de empleo y sueldo abierta por Securitas acabó derribada por el trabajador en la jurisdicción laboral. Se archivó. Uno de los trabajadores implicados en este caso está vinculado al incidente que tuvo lugar en TMB el pasado 14 de febrero.
TMB: "Hemos abierto expediente"
A preguntas de este medio, un portavoz del operador de transporte metropolitano ha reconocido que "los lamentables incidentes" entre trabajadores del grupo "se habrían producido entre una de las empresas de seguridad que prestan servicios en metro". Recuerda que cuando estas situaciones trascienden "motivan la apertura de expedientes a la empresa en cuestión". Es decir, a Securitas.
En relación al contenido de los sucesos, desde TMB remiten a esta empresa y a las fuerzas de seguridad, con quienes colaboran "siempre aportando toda la información disponible". Lo mismo rige para el expediente de suspensión de empleo y sueldo de 2018 por el saludo fascista múltiple que, en al menos un caso, ha terminado en nada. Trasladado todo ello a Securitas, la empresa de seguridad ha preferido no comentar la situación al alegar que se involucran datos personales. El malestar en la plantilla es palpable. Se pide paz entre todos los que trabajan en el metro de la ciudad.