Montse, la cara del periplo para conseguir la baja cuando su hija con discapacidad dio positivo

Su hija Ona, de 14 años, tiene un grado de discapacidad del 85%. Una parálisis cerebral la mantiene en una silla de ruedas, no puede hablar, ni comer. Es una persona dependiente y, su madre, ha vivido un verdadero periplo para poder conseguir la baja laboral y poder atender sus necesidades.

"No damos baja por cuidar a los hijos"

Un miércoles por la tarde, Ona dio positivo en Covid. A partir de ese momento, su madre empezó a moverse para tratar de encontrar una solución “lo más rápido posible”, ya que desde ese mismo jueves ella sería la encargada de cuidar a su hija y de hacer las tareas que en el día a día hacen en la escuela de educación especial. A través de La Meva Salut, Montse inició una consulta online a la que no le dieron respuesta. Viendo esta “dejadez”, decidió llamar a su CAP de Tarragona –donde residen— y recibió una negativa por respuesta: “No damos baja por cuidar a los hijos”.

Asegura que, tras escuchar esa contestación sintió “impotencia”. La misma que sintió cuando llamó al 061 y nadie le respondía. Tras ver que no podía conseguir la baja laboral para cuidar a su hija, pidió a su empresa que le facilitaran la opción de teletrabajar. Sin embargo, fue una solución “inviable”. “Mi hija necesitaba de mí todo el tiempo. Le dije a mi jefa que no podía seguir la jornada y, como ella conoce la situación, no me puso ningún inconveniente”.

Una mujer realiza teletrabajo / EP

"Conciliar en familias con niños con discapacidad es más difícil todavía"

Mientras tanto, y como “última alternativa”, Montse llamó al pediatra de la menor, quien conoce a la familia “desde hace muchos años”. Fue él quien consiguió que Ona constara como un caso positivo y, la solución para ella, fue declararse contacto estrecho.

En declaraciones a Crónica Global, la madre de la menor lamenta “tener que llorar a la gente” para conseguir una respuesta a su situación desesperada. Cree que, a veces, la “falta de empatía” la perjudica a la hora de solucionar cuestiones como esta. Ha tardado casi tres días en saber cómo podía organizarse para atender a su hija, con una discapacidad del 85%. Asegura que conciliar es un “imposible” para todas las familias, pero para las que tienen “niños con discapacidad es más difícil todavía”, porque las alternativas con quien dejarlos son más escasas.

Se ha sentido "abandonada" durante el confinamiento en las escuelas

“Durante el confinamiento en las escuelas nos hemos sentido abandonados”, critica esta madre, quien reconoce que, a pesar de su situación, en ocasiones ha podido permitirse contratar a una tercera persona para que cuide de la menor. Sin embargo, otros padres “han tenido que coger días de fiesta o vacaciones” para poder atender a sus hijos durante la cuarentena. Una situación límite que se podía haber evitado de no haber sido por la “mala gestión” y los vaivenes del Govern con los protocolos del Covid.