Propósitos laborales para 2022: el 51% de los españoles apuesta por mantener el teletrabajo

“La pandemia nos ha puesto a todos en una situación delicada y nos ha dado más tiempo para reflexionar sobre lo que es importante”, sostiene Marta Dalda, directora de experiencia de estudiantes en Ironhack, una de las escuelas líderes de tecnología. “En este sentido vemos cómo nuestros estudiantes buscan realizarse profesionalmente y trabajar en algo que les gusta, pero además quieren tener tiempo para la parte personal, ya sea familia, amigos o hobbies. Esta búsqueda de balance entre lo personal y profesional, aunque se venía viendo desde hace algunos años, se ha acrecentado tras la pandemia. En este sentido, muchos ven una oportunidad en el teletrabajo y modelos híbridos”, explica Dalda.

Precisamente, el primero de estos deseos laborales tiene que ver con el teletrabajo y con el firme convencimiento de no renunciar a él, aunque consigamos encauzar la pandemia. “Aunque no todos los trabajos pueden realizarse en remoto, en España hemos comprobado durante el último año que esa flexibilidad espacial ha mejorado, en gran medida, la calidad de vida de los empleados. Un estudio de Brain&Company revela que el 51% de la población prefiere el teletrabajo, frente al 25% que desea un sistema presencial. Hay quien prefiere trabajar 100% desde casa, otros prefieren un híbrido y otros prefieren estar siempre en oficina. Lo importante es que desde la pandemia las opciones se han abierto significativamente y hay más oportunidades para todos”, consideran desde Ironhack.

Miedo a pedir un aumento de sueldo

El segundo propósito está relacionado, como no, con el salario. “Es más común de lo que imaginamos el miedo a enfrentarnos al momento de pedir un aumento de sueldo a los superiores, aunque creamos que lo merecemos. Es por eso por lo que, el 45% de los trabajadores encuentra la subida de sueldo como un punto a favor para cambiar de trabajo. Perdamos el miedo a pedir lo que nos merecemos”, anima Dalda.

El tercer deseo laboral tiene como protagonista la productividad, elemento clave para que tanto la empresa como el trabajador se encuentren en sintonía. De hecho, según una encuesta realizada por Ricoh, casi 5 de cada 10 trabajadores afirma que no es productivo debido al aumento de su carga laboral y el 67% declara que esto está relacionado con el impacto psicológico de la crisis sanitaria. Toca trabajar en ello.

Una persona que realiza teletrabajo, participando en una reunión telemática / EP

El siguiente deseo afecta de lleno a la conciliación o, mejor dicho, a la falta de ésta. Según el artículo 34 del Estatuto General de los Trabajadores, el empleado tiene el derecho de adaptar la duración y distribución de su jornada para hacer efectiva la conciliación en los términos que se establezcan en la negociación colectiva o en el acuerdo con el empresario. Pese a ello, según Ranstad, sólo el 68% de los trabajadores puede modificar su jornada para poder hacer posible la conciliación, por detrás de otros países europeos. Hay que trabajar, sí, pero sin renunciar a la vida personal.

El 24% de los trabajadores consume sedantes para reducir el estrés

La pandemia no ha traído el estrés, ya estaba presente en nuestro día a día mucho antes de que llegara el Covid. Sin embargo, lo ha agudizado. Según la Fundación Europea para las Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, el 28% de los trabajadores europeos padece algún tipo de estrés laboral. Lo más preocupante lo revelan los datos de una reciente encuesta de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y CCOO, que afirman que el 24% de los trabajadores consume algún tipo de sedante de manera regular. “Reducir el estrés y afrontar los duros retos laborales y personales con calma y serenidad debe ser una prioridad de cara a 2022”, insisten desde Ironhack.

Otro gran propósito para 2022 tiene que ver con la formación. “Una situación tan crítica como ha sido la pandemia nos ha hecho reflexionar sobre el valor de lo que es importante para nosotros, y en este sentido desde Ironhack sí que vemos como muchos de nuestros estudiantes deciden hacer un cambio profesional hacia algo que les llena mucho más. Cada vez son más personas las que apuestan por seguir formándose de manera continuada. Así lo muestran las estadísticas de FUNDAE, que relevan que en los últimos años las personas que realizan algún tipo de curso formativo se han casi duplicado, pasando de los 2,4 millones a los 4,6 millones, siendo entre los mayores de 55 años donde más ha aumentado, llegando a un crecimiento de un 344%”, apunta la directora de experiencia de estudiantes de Ironhack.

Juegos para aprender inglés / ARCHIVO

El nivel de inglés en España, a la cola de Europa

Uno de esos propósitos que se mantiene año tras año en la lista de miles de españoles es aprender un idioma. Según el informe EF EPO 2021, España se encuentra en la posición número 33 de países europeos que hablan inglés y se trata de una tendencia a la baja desde 2014. “Es, sin duda, un dato preocupante ya que el Top10 de la lista lo integran en su mayoría países europeos. El inglés se ha convertido en un requisito laboral básico ya que aumenta un 30% la posibilidad de encontrar trabajo y un 50% cuando se habla de puestos directivos, de acuerdo con el informe”, confirma la directora de experiencia de estudiantes en Ironhack .

Esta voluntad de mejorar el dominio de idiomas es fundamental si tenemos en cuenta que uno de cada dos españoles no está contento con su puesto de trabajo y que, según el Índice de Tendencias Laborales, el 30% está pensando en dar un cambio a su carrera.  Para lograrlo es esencial actualizar el currículum vítae. “El quedarse estancado nunca es una opción, por lo que es importante no acomodarse, explorar y estar preparado para nuevos retos. Un mal currículum puede cerrar infinidad de puertas, no por falta de formación, sino porque no está bien elaborado. Muchas empresas utilizan sistemas de Inteligencia Artificial en los procesos de selección y llegan a descartar el 90% de solicitudes por falta de palabras clave, descripciones precisas o información detallada”, concluye Dalda.